Tamudo, de leyenda

Raúl Tamudo ya es el máximo goleador de la larga historia del Espanyol. Superó la cifra de 111 goles de Marañón, que sobrevivió casi 25 años

Ya lo tiene. Raúl Tamudo consiguió batir este sábado el récord goleador de Rafa Marañón, que con 111 goles en Primera División era el máximo artillero de la historia del club. Pero este chico de Santa Coloma de Gramenet consigue todo lo que se propone. Ha hecho grande al Espanyol con una trayectoria excepcional, pero parece que aún le quedan retos de futuro. El gran capitán españolista hizo historia en el Camp Nou, aunque también es tiempo de reconocer la gesta de Rafa Marañón, otro jugador excepcional que vistió la camiseta blanquiazul. Son leyenda de una entidad que va a más.

Marañón estaba convencido de que Tamudo le arrebataría el récord. "Es ley de vida", asegura el ex jugador, que militó nueve temporadas en el Espanyol y disputó un total de 262 partidos. Para Marañón, "lo que hay que hacer en este momento es felicitar a Raúl. Lo que ha hecho es muy difícil y sus goles han servido de mucho en la historia reciente de este club. Ha sido un jugador decisivo y estaba predestinado a superar esta marca", asegura.

A Marañón parece que se le ha reconocido su inmensa gesta goleadora con la aparición de Tamudo. No le pesa, pero comenta que "a mi esta aureola de los 11 goles sólo me ha aparecido ahora. Antes parecía que nadie se acordaba. Siempre ha costado marcar goles, pero insisto en que así son las cosas. Ahora ya se ha superado el récord".

El ex jugador cree que el fútbol ha cambiado mucho, pero ironiza con lo que hubiese sido un encuentro entre él y Tamudo en el mismo equipo. "Con mi zurda seguro que le hubiese puesto muchas pelotas para que marcase goles. Raúl es un delantero que cae a bandas, que controla bien el balón, lo aguanta y encima chuta bien con las dos piernas. El Espanyol ha jugado siempre de la misma forma con él. Quizás con otras variables, como un delantero alto, hubiese tenido más opciones para meter goles".

Sobre su pasado como jugador, Marañón admite que "era un ganas. Siempre quería tirarlo todo, las faltas, los saques de esquina. Me gustaba marcar como a todos los delanteros. Conseguí muchos goles, pero nunca pude ser el pichichi y eso sí que es una espina que tengo clavada. En 1977 estuve a un paso de conseguirlo, pero me tocó lucharlo con Santillana, Quini, Ruben Cano o Kempes y estuve ahí hasta la última jornada. Al final se lo llevó Kempes".

Marañón sí que entiende que el caso de Tamudo es atípico para el mundo del fútbol actual. "Lo normal es que le hubiesen traspasado o que hubiese sufrido alguna lesión importante con el tiempo que lleva jugando aquí. Pero no ha sido así y eso demuestra su fortaleza como jugador durante tantas temporadas".

Raúl tenía claro que iba a batir ese récord durante la presente temporada. No lo quería admitir, pero luchaba por ello en las últimas semanas y le tocó en el Camp Nou. "Es un escenario especial, pero no hay que buscar nada más. Yo no intento batir marcas, sólo trabajar como un profesional para que el equipo consiga resultados y nada más. Superar este récord es una sensación emocionante".

Y es que Tamudo ni soñaba con llegar tan alto. "Siempre he confiado en mis posibilidades e intentado luchar y trabajar para conseguir cosas importantes. Pero la verdad es que cuando comencé a jugar nunca me podía imaginar todo esto. Me siento muy afortunado, pero tengo muy claro que sin la ayuda de mis compañeros nunca hubiese llegado donde estoy. Esto es mérito de muchos".

El capitán españolista es una persona sencilla. Incluso, le incomoda destacar por encima de otros, pero ya asume que es un jugador importante en la historia del Espanyol. "El récord quiere decir muchas cosas, pero lo más importante es que los goles significan alegría y la gente los ha podido disfrutar. Es cierto que le he dado cosas al Espanyol, pero el Espanyol a mi me lo ha dado todo. Es un orgullo ser el máximo goleador de la historia de este club. Es un sueño, pero hay que ser sensato y pensar que aún quedan muchas cosas por hacer".

Tamudo no se marca objetivos a corto plazo, pero sí que espera que su buen momento siga mucho tiempo. "A mi lo que me queda es seguir trabajando por y para el Espanyol. No me planteo marcas personales porque lo importante es el colectivo y voy a darlo todo por el club de mi vida".

¿Y el futuro? "Pues lo dicho a seguir trabajando y a hacer más grande al Espanyol. En estos últimos años hemos sufrido mucho, pero también hemos conseguido cosas muy grandes. Se han ganado dos Copas del Rey, hemos llegado a una final de la Copa de la UEFA y creo que tenemos un gran futuro por delante. El equipo es fuerte y joven. Estoy convencido que entre todos vamos a seguir haciendo historia en el Espanyol", asegura Tamudo.

Y está claro que un récord merece dedicatorias. Raúl tiene claro que "esto va para mi familia, que siempre ha estado ahí y que es lo más importante en mi vida. Va para mi novia y para todo el españolismo. Sé que la gente se ha alegrado mucho con estos dos últimos goles y en el campo ya se lo dediqué besando el escudo del club, como he hecho durante toda la temporada".

Raúl y Marañón son el pasado, el presente y, sin duda, el futuro del Espanyol. Porque Tamudo lleva 112 goles, pero tiene cuerda para años y la marca a la que podría llegar en las próximas temporadas puede ser realmente imbatible. Raúl ya es leyenda viva del Espanyol. Su jugador más decisivo e importante de la historia. Un chico de Santa Coloma que ha cambiado el estado de ánimo de una entidad que empieza a creerse su poderío.