El Espanyol se atasca en la segunda vuelta

Nadie dijo que volver a Primera División iba a ser un camino fácil. Quizás la primera parte de la temporada con siete victorias en las primeras diez jornadas y solo una derrota en Vallecas hicieron volar pájaros antes de tiempo. 

Segunda es una trinchera de difícil escapatoria y como todo equipo, el Espanyol también ha pasado baches que ahora mismo ponen en peligro el ascenso directo. Una batalla campal donde parece que todo va a ir de un punto. El atasco en esta segunda vuelta es palpable y pese a las buenas sensaciones de juego, el conjunto de Vicente Moreno puede perder la segunda plaza de la clasificación si mañana el Almería vence en Montilivi ante el Girona. La primera plaza, en posesión del Mallorca, puede quedar a cinco puntos si los ‘bermellones’ no fallan en Cartagena. 

Dos victorias de siete

El empate ante el Oviedo en el RCDE Stadium no entraba en los planes. Pese al tempranero gol de Melendo que encarrilaba el partido, la expulsión de Dídac Vilà en el minuto 38 pesó demasiado entre los futbolistas blanquiazules que además vieron como Nahuel se inventaba un golazo para empatar.

El Espanyol arrancó la segunda tanda de partidos ligueros con una derrota en Montilivi y otra en casa ante el Rayo Vallecano en un partido donde Puado y De Tomás habían puesto 2-0 por encima a los de Vicente Moreno. A las dos derrotas se sumó el empate en Lugo que desató una pequeña crisis donde incluso llegó a sonar la destitución del técnico valenciano. 

Salvaron los muebles los dos únicos triunfos que por el momento figuran en el casillero de la segunda vuelta. Victoria de prestigio en Mallorca y por la mínima en Sabadell. El punto en Gijón, pese a ser amargo porque merecieron el triunfo, se llegó a considerar bueno pero enlazado con las tablas ante el Oviedo ya es insuficiente. 

“No nos vale”, dijo Melendo tras el empate y Cabrera apela a no quedarse en las lamentaciones: “No hay tiempo para lamentarnos ni hacernos las víctimas. Hay que pasar página”, dijo el charrúa. Sumar tres puntos en Anduva ante el Mirandés, próximo rival, empieza a ser una obligación. Aunque todavía quedan 14 jornadas.