Entrevista con la campeona del mundo

Mireia Belmonte: "Hay Mireia para rato"

Es tímida, parece algo frágil, pero en la psicina se crece como nadie. Belmonte se ha reivindicado en Dubai, pero quiere más

àngels fàbregues

Mireia Belmonte tenía ayer buena cara. Se notaba que por fin había dascansado y empezaba a digerir los éxitos logrados en Dubai: "Poco a poco voy asumiendo lo que he conseguido. El lunes me vino todo de golpe al ver a tanta gente. Fue un día difícil, lleno de emociones", explicaba como justificando sus lágrimas y su voz entrecortada cuando habló con los medios.

Tampoco pudo dormir muchas horas la pasada noche.

Entre los compromisos del lunes y los de ayer pocas horas pasó en la cama, pero su discurso era más fluido y dejó un rincón de la mañana para atender a SPORT. Sacó una a una las cuatro medallas logradas en el Mundial de invierno tratándolas con gran dulzura. Son su tesoro. "Cuidado que no se rayen", decía mientras posaba para la foto.

Haber conseguido esta gran recolecta es gracias a una gran decisión en su vida: "El cambio de entrenador ha sido clave. La preparación tanto psicológica como física ha sido muy diferente y esto creo que ha dado su resultado", considera la nadadora del CN Sabadell que explicó que las instalaciones de Dubai eran alucinantes: "La psicina era muy honda pero rápida y las gradas no se acababan nunca", comentó bajo la atenta mirada de su entrenador, Federic Vergnoux, pendiente en todo momento de su discípula.

Precisamente el técnico francés considera que la badalonesa puede llegar a altas cotas: "No tiene límite. Puede hacer grandes cosas. 'No limit'", repite una y otra vez. Cuando Belmonte se entera de que su nuevo 'jefe' dice esto se le pone cara de incredulidad: "Yo entrenar más no sé si puedo. Hemos hecho muchos metros. Estuvimos de stage en Sierra Nevada haciendo muchos metros cada día. Yo creo que más no puedo hacer, pero él sabrá que es quién sabe", confiesa riéndose.

Su mejor participación en una competición internacional le ha llegado en piscina corta, pero Mireia asegura que "personalmente me gusta igual la piscina corta que la larga y entreno igual en las dos. Ahora, cuando empecemos con la piscina de cincuenta ya se verá", dice a la vez que mira una y otra vez el tatuaje de gena que se hizo en la mano en Dubai y que desaparecerá en pocos días.

Pese a las cuatro medallas conseguidas la pasada semana la badalonesa tiene un claro objetivo en esta vida: "Mi sueño es ganar una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos, si consigo esto, será lo máximo igual que para todo deportista", pero hablando más a corto plazo, la nueva reina de la natación nos explica que "mi objetivo a corto plazo es el Mundial de Shanghai. No aparco del todo los Juegos de Londres.

Siempre están presentes y debes tener una motivación a largo plazo, pero primero hay una cita muy importante que es el Mundial, no es pensar sólo en Londres". Lo que ella no sabe es que Shanghai forma parte de la 'estrategia' técnica tal y como nos explica 'monsieur' Vergnoux: "El objetivo para mí es Londres, pero con etapas en este Mundial de Dubai, el Mundial de Shanghai y el Europeo en diciembre de 2011. Es como una aventura con etapas", señala el técnico.

Mireia, que descartó finalmente marcharse a entrenar en Estados Unidos, es plenamente consciente del trabajo que el galo está realizando con ella y por ello también quiere compartir con él los éxitos: "Dedico estas medallas a mi familia y a mis amigos que siempre han estado ahí, ahora que he ganado pero también cuando las cosas me han salido mal, y sobre todo a mi entrenador que es quien está conmigo en los entrenos cada día".

Reconoce que es verdad que su debilidad ha sido históricamente su cabeza, que le ha traicionado en más de una ocasión, algo que se ha comentado a menudo en su entorno: "Todos los entrenadores que he tenido me han aportado cosas muy positivas, pero yo soy siempre la misma Mireia, aunque tal vez mi rendimiento dependa en la época en la que esté", justifica.

La realidad es que ahora Belmonte se encuentra a gusto en la piscina: "Ahora soy más constante en los entrenos y esto te da estabilidad en la competición", una estabilidad que le ha reportado cuatro medallas y un plus de autoconfianza que sólo los éxitos conllevan. Un premio a... "muchas horas en la piscina y muchos metros", dice la campeona sin dudarlo ni un instante.

Actualmente Mireia compagina la natación con los estudios de 'Dirección y administración de empresas" en la UAB "donde hay facilidades para los deportistas y esto va muy bien, pero es difícil de llevarlo porque no puedo asistir mucho a clase debido a las competiciones y a las concentraciones". Que esté estudiando no significa que vea cerca el final de su carrera ni mucho menos: "Todavía hay Mireia para rato así que a mis fans les diría que sigan ahí", dice con una gran sonrisa con un fondo de complicidad.

Y más ahora que ha encontrado un entrenador que parece que le entiende a la perfección y un club donde se siente como en casa: "Fred tiene mucha experiencia con nadadores de elite y es muy bueno trabajando y también como persona", asegura Mireia que no escatima palabras de elogio para su club: "Entrenar en el CN Sabadell es fantástico por el ambiente, los nadadores. Me llevo muy bien con todos y vengo muy contenta cada día", desvela.

Por su parte, el nuevo director técnico del club y entrenador personal de Belmonte está convencido de cuál es el camino para 'exprimir' todo el potencial de la nadadora: "Mucho más trabajo en seco y creo que podemos cambiar mucho la mentalidad. Cuando un nadador entra en una final olímpica tiene 50% de posibilidades de ganar una medalla. Es más difícil entrar en una final. El que gana es el más fuerte mentalmente, porque física y técnicamente son todos más o menos iguales", comenta tras explicar qué intenciones tiene con su pupila: "La mentalidad de Mireia la trabajaremos con coaching, con preparación mental, con visualización, con su experiencia de ganar, como en Dubai, que debe utilizar para avanzar. Mireia está muy abierta a trabajar. Después de Navidad incorporaremos un psicólogo", comentó.

Pasion de madre

Y quien también cree en los argumentos de Vergnoux es la madre de la campeona: "Creo que el nuevo entrenador le ha ido bien. Es una persona muy abierta, muy espontánea y que transmite buenas vibraciones, pero quien tiene que estar bien es ella y está muy contenta. Este año la veo muy bien, feliz", dice visiblemente emocionada por los logros de su hija, de quien explicó que "cuando llegó de Sierra Nevada -donde se concentraron antes del Mundial- dijo que se lo había pasado muy bien, que estaba muy contenta, pasó su cumpleaños ahí, prepararon una fiesta y el entrenador le compró un pastel. Estaba muy contenta".

Tampoco en casa se esperaban los éxitos de Mireia: "Lo vivimos pegados en el televisior, fue muy emocionante. Todos gritando, llorando. No nos lo esperábamos, para nada, pero Mireia siempre da el máximo".

Quien no pudo verlo en directo fue su padre Jose. Estaba trabajando. "Le llamé enseguida y estaba en el autobús", explica su mujer. Son cosas de estos humildes campeones que, pese a sus éxitos, no pueden permitirse el lujo de que sus padres paren y vibren cuando ellos ganan. Lo hacen en diferido.