La Liga francesa explica por qué apoyó la reanudación del Niza-Marsella

En medio de un cruce de acusaciones entre las direcciones del Niza y el Olympique de Marsella, la Liga francesa de fútbol (LFP) aclaró este lunes que apoyó la reanudación del polémico encuentro liguero entre ambos clubes debido al visto bueno dado por la delegación del Gobierno francés.

Correspondiente a la tercera jornada de Liga, el partido disputado en el Allianz de Niza acabó por suspenderse debido a la retirada del Marsella, que consideró que no se daban las condiciones de seguridad por culpa de la invasión de la cancha por parte de los hinchas.

El Niza vencía 1-0 y se posicionó en contra de la suspensión. No obstante, la retirada del Marsella le puede costar los tres puntos.

"La decisión de retomar el encuentro la tomó, dentro de la célula de crisis abierta, el Prefecto (delegado del Gobierno) de los Alpes-Marítimos para garantizar el orden público y la seguridad de los 32.000 espectadores presentes en el estadio. La LFP apoyó esta decisión gubernamental, como siempre hace", dijo el organismo.

La Liga francesa ha convocado a ambos clubes a la reunión de la Comisión de Disciplina del próximo miércoles 25 de agosto, en los que estudiará los "graves incidentes" sucedidos.

"La LFP condena firmemente las violencias acaecidas durante el encuentro entre el Niza y el Olympique de Marsella", refirió la Liga, en el segundo comunicado que emite sobre los incidentes.

Paralelamente, la Fiscalía francesa ordenó una investigación sobre la invasión. Los hinchas implicados se arriesgan a una pena de prisión de hasta tres años y una multa de 45.000 euros.

El episodio ha conmocionado a Francia, cuya ministra de Deportes, Roxana Maracineanu, avisó de que "se ha superado una línea roja" por la que tendrá que haber sanciones.

Varios seguidores ultras de la tribuna sur del estadio de Niza lanzaron botellas de plástico a los jugadores del OM hasta que una de ellas impactó en el internacional francés Dimitri Payet, quien la envió de vuelta a la tribuna.

A partir de ahí, numerosos aficionados locales saltaron al terreno de juego, pese a los esfuerzos del personal de seguridad para contenerlos, con la intención de agredir a los jugadores del Marsella.

Jugadores y personal de ambos equipos se implicaron en la refriega y el partido se suspendió durante más de una hora.