Leo Messi salva a Argentina de otro ridículo

Messi cabizbajo con una Argentina decepcionante

Messi cabizbajo con una Argentina decepcionante / sport

Joaquim Piera

Argentina sigue sin ganar en la Copa América. Derrota contra Colombia (0-2) y empate sufrido y llorado contra Paraguay (1-1), gracias a un penalti convertido, como no, por Leo Messi, que evitó una debacle histórica. Un solitario punto de seis posibles, que, sin embargo, mantiene viva a la Albiceleste para clasificarse para los cuartos de final. En la última jornada entrará colista del grupo B, pero un triunfo ante Qatar le permitirá acceder a la próxima fase.

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COPA AMÉRICA 2019

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Alineaciones
Argentina
Armani, Casco, Pezzella, Otamendi, Tagliafico, Paredes, Pereyra (Kun Agüero, 45'), Lo Celso, De Paul (Matías Suárez, 86'), Leo Messi y Lautaro Martínez (Di María, 66')
Paraguay
Gatito Fernández, Ivan Piris, Gustavo Gómez, Junior Alonso, Arzamendia, Derlis González (Juan Escobar, 89'), Richard Sánchez, Rodrigo Rojas, Matías Rojas, Miguel Almirón (Ortiz, 86') y Santander (Óscar Romero, 71')

La crisis de juego y de resultados del equipo de Lionel Scaloni es palpable. Contra la Albirroja se mascó la tragedia, de un conjunto que juega al límite del ridículo. Colectivamente es inconsistente y la propuesta de juego se limita ala calidad de Leo Messi y de alguna otra individualidad. Así, es casi imposible ganar la Copa América, con selecciones rocosas como las de Uruguay, Chile, Brasil o Colombia.

UN PRIMER TIEMPO PARA OLVIDAR

El choque olía a clásico. El prepartido, muy caliente en el vestuario albiceleste descontento por las filtraciones de Scaloni, y la presión añadida del tropiezo con Colombia provocaron un agarrotamiento generalizado.

El partido se desarrollaba en la zona de confort, sin nadie queriendo arriesgar: La Albirroja se defendía con mucho orden y criterio, ante una Argentina sin ímpetu.

La solución táctica de aproximar a Lo Celso Paredes aportó luces en la zona ancha, mientras Leo Messi vivía incomprensiblemente inconexo en la punta derecha del ataque. Hasta que el blaugrana decidió salir del exilio cuando había desperdiciado media hora de juego.

Argentina no había chutado a portería y, en el minuto 28, en una rápida transición, Derlis González dio un tremendo susto, con un chute prensado en Tagliafico que acabó en córner. Era un presagio.

La inoperancia ofensiva de los de Scaloni era sustadora. La primera finalización llegó en una dura falta recibida por Lautaro Martínez… el Mineirao rugió Messi, Messi, Messi como si fuera el Camp Nou, pero el lanzamiento blando de Leo murió en las manos de Gatito Fernández

Y acto seguido, llegó el mazazo. Arzamendia se internó hasta la línea de fondo y se sacó un centro que recogió Richard Sánchez, libre de marca viniendo desde atrás. Su zapatazo era imparable: 0-1.

Argentina sintió el golpe y se desequilibró emocionalmente. El conjunto de Berizzo vio que había una brecha y casi sentencia en otra contra.

El cancerbero Armani estuvo a punto de entregar el oro en un fallo bizarro, en que jugueteó con la roja directa. La disciplina paraguaya, jugando sobre el error rival, desquició por minutos a los argentinos. La revolución táctica de Scaloni, sacrificando al Kun Agüero y a Di Maria, fue un sonoro fracaso: 45 minutos sin chutar a portería con el balón en juego.

DOS PENALTIS, PERO SOLO UN GOL

El Kun entró en el descanso y en la primera conexión del tridente ofensivo, con Lautaro Leo, el balón acabó siendo escupido por el travesaño. El VAR fue accionado: penalti dudoso por manos de PirisMessi, ajeno al debate, la rompió. 

Argentina volvía a estar dentro del partido, pero se empecinó a organizar una ruleta rusa. Otamendi, que está haciendo una Copa América lamentable, cazó a Derlis. Un penalti tan inapelable como evitable. Y allí apareció Armani atajando el lanzamiento del propio González.

La albiceleste había salvado el match-ball. La entrada de Di María, por un Lautaro que salió jurando, escenificó el error inicial de Scaloni y dio alas a un ataque constante liderado por un Messi que lo dio todo.

Argentina mordió y no se rindió. Lo intentó, con un estilo que recordó más a la Copa Libertadores que a una de las selecciones que se le presupone más calidad del planeta.

Después del penalti fallado, la Albirroja capeó el temporal como pudo, achicó espacios y arrancando un punto de mérito. Para los argentinos es una frustración más que ahondará el debate en torno a Scaloni y a la gestión de sus activos. Se avecinan días difíciles para Leo.