No cuenta con él

Mourinho presiona a Kaká para que acepte una salida

El entrenador portugués no cuenta con el jugador, que costó 65 millones de euros y percibe una altísima ficha que dificulta cualquier operación

A. Alcázar

El Real Madrid sigue intentando desprenderse de Kaká, que no entra en los planes de José Mourinho. El brasileño, fichado hace dos veranos por la friolera de 65 millones de euros, no ha respondido a las expectativas que despertó su contratración y desempeña un papel secundario desde que el técnico portugués llegó al banquillo del Santiago Bernabéu.

Las cualidades de Kaká ¿forma física al margen tras su larga convalecencia después de pasar por el quirófano¿ distan bastante del agrado de Mourinho, que ha prescindido del jugador en la mayoría de los encuentros de más envergadura que ha tenido que afrontar el equipo. Las últimas apariciones del brasileño en las formaciones del Real Madrid obedecen más a la intención del club de poner al jugador en el escaparate que a meras cuestiones deportivas.

El objetivo del Real Madrid es traspasar a Kaká y en tal sentido Mourinho sigue `empujando¿ al brasileño hacia la puerta de salida al no otorgarle en el equipo el rol que podría derivarse de la multimillonaria inversión realizada por el club para ficharle.

El Real Madrid tiene asumido que difícilmente podrá recuperar la mitad de los 65 millones que abonó al Milan por Kaká. Además, la ficha del jugador, que asciende a diez millones de euros por temporada, es el principal hándicap a la hora de encontrarle destino. Mourinho dijo recientemente que Kaká permanecería esta temporada en la plantilla... mientras el club deseaba que cristalizaran las gestiones con el PSG para desprenderse del jugador.

Una solución al embrollo podría llegar vía Sao Paulo. El club brasileño se plantea la posibilidad de recuperar a Kaká, cuyo fichaje podría incluir en la operación que llevaría a Lucas Moura al Real Madrid. Este media punta de 19 años está en la agenda del club blanco, que posee informes muy favorables de un jugador que ya es un habitual de la selección canarinha.