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Messi aún no chuta fuerte

A Leo Messi le quedan aún seis días para acabar de ponerse a tono. Las sensaciones siguen siendo buenas, aunque se mantiene la prudencia en el Barça

Leo Messi accede a la Ciudad Deportiva Joan Gamper del FC Barcelona

Leo Messi accede a la Ciudad Deportiva Joan Gamper del FC Barcelona / sport

Javier Miguel

Ayer sábado Leo Messi se probó junto al preparador físico Edu Pons en una serie de ejercicios con y sin balón, entre ellos el remate a puerta con la pierna izquierda –la lesionada– con sensaciones bastante buenas, pero no del todo satisfactorias, ya que se constató que aún le queda un poco de trabajo físico en su rodilla y un ‘plus’ de confianza para poder rematar con toda la potencia.

En cualquier caso no se trata de ningún contratiempo ni paso atrás porque en el vestuario se valora como algo normal dentro de un proceso de recuperación que se está realizando a contrarreloj con el fin de que llegue a tiempo para el partido ante el Bernabéu. 

PRIORIDAD

Una de las prioridades en los próximos días, aparte de que Leo Messi siga acumulando carga de trabajo en los entrenamientos con el grupo, será que recupere su capacidad  y potencia de remate con la pierna lesionada.

Además se pondrá especial hincapié para repetir los movimientos de remate que le produjeron la lesión para fortalecer el ligamento y minimizar los riesgos de recaída. Una vez el jugador supere estos dos obstáculos se le abrirán las puertas de par en par para entrar en la convocatoria.

Messi, que el viernes pasado se entrenó con el FC Barcelona B, sigue manteniendo todas las expectativas para regresar en el clásico, está trabajando a tope para entrar en la lista, sacrificando hasta días de fiesta con ese único objetivo.

Está claro que la próxima semana será decisiva para el jugador y que sus sensaciones acabarán marcando su destino, ya que la última palabra la acabará teniendo solo él tras consultar a los técnicos y a los médicos.

CAUTELA

Desde que Leo Messi cayera lesionado el 26 de septiembre en el Barça-Las Palmas, en el club mantienen el halo de prudencia entorno al regreso del jugador. El ‘mantra’ que se escucha en las paredes del vestuario es que para un futbolista que lleva dos meses parado y con una lesión del alcance de un ligamento en la rodilla, reaparacer en un partido como el que se disputará en el Bernabéu ante el Real Madrid se presenta a priori como el peor escenario posible. Sobre todo porque hay que tener en cuenta la intensidad, exigencia, tensión y estrés que lleva intrínseco este tipo de encuentros.

En cualquier caso, todos, empezando por los fisios, recuperadores, médicos y acabando por utilleros y preparadores físicos están haciendo lo imposible para que Leo esté en Madrid.