El Gladbach se exhibe como un líder

No satisfecho con el <strong>0-6</strong> de hace tres semanas, el Gladbach volvió a endosar una goleada sin paliativos a al Shakhtar Donetsk (4-0), todavía carcomido por las ausencias. El triunfo consolida en el liderato a los de Marco Rose, el equipo más reconocible y regular del grupo. Mucho más que Real Madrid e Inter, que con suerte salvaron un punto en el primer lance con los ‘potros’.

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Champions League

BMG

4

0

SHK

Alineaciones

Borussia Mönchengladbach
Sommer; Lainer, Ginter, Elvedi, Wendt; Neuhaus (Zakaria, 69'), Kramer, Lazaro (Hermann, 69'); Stindl (Benes, 81'); Thuram (Traoré, 84') y Embolo (Plea, 69').

Shakhtar Donetsk
Pyatov; Dodo, Kryvtsov, Bondar, Matviienko; Marlos (Marcos Antonio, 71'), Stepanenko, Alan Patrick (Maycon, 81'); Tete, Moraes y Solomon (Fernando, 59').

Goles

1-0 M. 17 Stindl (pen.). 2-0 M. 34 Elvedi. 3-0 M. 45 Embolo. 4-0 M. 77 Wendt.

Árbitro

Cüneyt Çakir (Turquía). T.A.: Lazaro (48'), Lainer (90') / Stepanenko (45').

Pero, además, el Gladbach es un equipo muy divertido para el espectador neutral. Siempre con la portería entre ceja y ceja. Ofensivo y vertical, sin rifar jamás el balón, se asocia con fluidez a un ritmo vertiginoso. Asfixiante y ordenado en la presión, exuberante físicamente. Una apisonadora que en el primer acto atropelló a un Shakhtar débil, incapaz de retener el cuero o igualar la intensidad alemana.

A modo de presentación, Thuram exigió la rápida salida de Pyatov y Neuhaus acarició de un zapatazo el poste. No habría más concesiones. Stindl estrenó el marcador en un penalti provocado por Thuram y después pareció mejorar el cuadro ucraniano, coger oxígeno con el balón, pero fue un espejismo.

Embolo se topó con el poste antes de que Elvedi ampliara distancias en un potente cabezazo tras un saque de esquina. Demasiado pasivo el marcaje, como lenta fue la reacción de la zaga en el 3-0 de Embolo. Un plástico remate de chilena después de un despeje en falso. El paso por vestuarios devolvió a un Gladbach contemplativo, que jugó con el marcador y que aun así marcó el 4-0 en una falta envenenada de Wendt.