Escribá echa un nuevo borrón y queda muy tocado

El Celta no reacciona y peligra el puesto de Escribá

Jonathan Moreno

El Celta de Vigo sumó un nuevo tropiezo en Balaídos y deja el proyecto de Fran Escribá pendiente de un hilo. Sin ocasiones manifiestas, un fallo de los centrales celestes lo aprovechó Kenedy para amarrar los tres puntos. Poco más se jugó. El Getafe provocó que no sucediera nada.

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LaLiga

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Alineaciones
Celta
Blanco; Hugo Mallo, Aidoo (Losada, 80'), Araujo, Olaza; Brais Méndez, Lobotka (Cheikh, 74'), Beltrán, Denis Suárez; Iago Aspas, 'Toro' Fernández.
Getafe
David Soria; Nyom, Djené, Etxeita, Cucurella; Portillo, Arambarri, Timor, Kenedy (Olivera, 68'); Molina (Maksimovic, 82'), Enric Gallego (Ángel, 53').

Consideran muchos la lluvia gallega un arte que petrificaría al mismísimo Stendhal. Desafiando al diluvio, más que nunca, la afición acudió a Balaídos para arropar a sus polluelos, necesitados de cariño tras un horrible inicio de campaña. Pero pocos detalles de talento apreciaron los aficionados olívicos. El proyecto ambicioso gestado en verano con la vuelta de los hijos pródigos se ha ido diluyendo como lágrimas en la lluvia. Acostumbrados a un juego de alcurnia, Fran Escribá ha consumido la moral de la gente. La Biblia futbolística del valenciano es otra. No casa con el talento de una plantilla pergeñada para proponer. La cara de Denis Suárez tras ser sustiuido era un poema. 

Kenedy dispara 

El error garrafal de entendimiento ente Araujo y Aidoo lo aprovechó el brasileño. Pura potencia, enseñó el tubo de escape a Hugo Mallo y definió cruzado ante Rubén Blanco. 

Ni atisbo de reacción galaica. El gol encajado sumió en una profunda depresión a los celestes. Con morriña de tiempos pretéritos. El tesón de Iago Aspas no era tan siquiera suficiente, crítico el capitán a la conclusión del duelo. Demasiado abandonado a su calidad el de Moaña. El rostro de funeral se trasladaba del banquillo al terreno de juego. Murió achuchando el Celta, a tumba abierta. Pero atacando sin ton ni son.

El pitido final de Mateu Lahoz sonó más que nunca a destitución. El peor Escribá echó su borrón y todo apunta a su adiós al banquillo de Balaídos.