Lewandowski y James le dan oxígeno a Kovac

Albert Gracia

El Bayern de Múnich se impuso con más acierto que juego a un Wolfsburgo que plantó cara durante todo el partido. Kovac, tras unas semanas en las que su puesto pendía de un hilo, respira con una importante victoria. 

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Bundesliga

1
3
Alineaciones
Wolfsburgo
Casteels; William, Knoche, Brooks, Roussillon; Gerhardt, Arnold, Rexhbecaj (Malli, 71'); Steffen (Mehmedi, 60'), Weghorst, Brekalo (Ginczek, 60').
Bayern de Múnich
Neuer; Kimmich, Sule, Hummels, Alaba (Rafinha, 46'); Javi Martínez, James Rodríguez (Renato Sanches, 84'), Thiago; Gnabry (Goretzka, 66'), Lewandowski, Robben

Quizás el conjunto de Kovac mereció menos de lo que demostró en los primeros 45 minutos. El equipo bávaro saltó al Volkswagen Arena con la ganas de limpiar la imagen de las últimas semanas, donde ha encajado duros correctivos y le ha alejado de ser el líder de la Bundesliga. Pero ese lavado de cara no apareció en exceso, al menos en cuanto a juego.

El Wolfsburgo fue superior en muchas fases de la primera mitad e incluso puso en apuros a un Neuer que había sido cuestionado por sus últimas actuaciones. No obstante, el Bayern ejerció de equipo grande e hizo lo que todos los grandes hacen: ponerse por delante sin hacer demasiado. Lewandowski avisó con una ocasión clarísima que ni él mismo sabía cómo había malbaratado.

Pero a un delantero así no hay que darle segundas oportunidades. El polaco batió a Casteels por debajo de las piernas y permitió a Kovac tomar algo de aire. James pudo poner el 0-2 en la siguiente jugada pero su disparo lo taponó el la defensa del Wolfsburgo cuando ya se cantaba el gol. 

En la reanudación, el Bayern fue a por faena. Y cuando los aficionados todavía estaban volviendo a sus asientos, Lewandowski volvió a marcar diferencias. El 'killer' aprovechó un error garrafal en defensa para abrir la brecha. Una brecha que Robben se encargó de cerrar. El holandés recibió la segunda amarilla y dejó a su equipo con diez cuando faltaba todavía más de media hora de partido.

Una situación que el Wolfsburgo aprovechó. Weghorst recortó distancias en el marcador e instauró los nervios en la nave bávara. El Bayern trató de calmar el partido y James lo durmió. El colombiano puso el gol de la tranquilidad para acabar con la moral de un Wolfsburgo que creía en la remontada. El Bayern sigue empeñado en perseguir la estela del Dortmund. Kovac respira.