FC BARCELONA

La verdad sobre el 'caso Nolito'

La realidad es que, pese a la insistencia de Luis Enrique para vestirlo de blaugrana, el club nunca ha dado un paso en firme para lograr su fichaje, realizando solo movimientos de cara a la galería para satisfacer al técnico

Nolito firmó por el City tras esperar al Barça

Nolito firmó por el City tras esperar al Barça / sport

Ivan San Antonio

Nolito ha firmado por el Manchester City de Pep Guardiola, uno de los técnicos que más ha creído en el futbolista en su carrera, con permiso de Luis Enrique. El delantero seguirá su trayectoria en uno de los actuales grandes de la Premier League y es hoy, tras varios años luchando por cumplir su sueño de jugar en el Barça, plenamente feliz. Pero su voluntad era jugar en el Camp Nou, allí donde su abuelo, que le hizo de padre, predijo que un día lo haría. Y aunque llegó a debutar de la mano de Guardiola, las circunstancias no le permitieron consolidarse. Pese a que el propio jugador ha hecho más de lo que cualquier otro futbolista haría por jugar en un club. 

Desde el Barça aseguran que su salida del Barça B es una de las razones por las que nunca se ha apostado por él de forma sincera. El primer engañado, en este caso, es Luis Enrique, que ha insistido hasta la extenuación en su fichaje, aunque no haya obtenido respuesta sincera por parte de quienes mandan en el club, que se refieren a la operación que le llevó al Benfica cuando era jugador del Barça B, en el verano de 2011. Nolito firmó en enero con los portugueses porque no llegó a un acuerdo de renovación con el Barça. En una reunión con Narcís Julià y Zubizarreta en octubre de 2010, Nolito pidió tener ficha del primer equipo para renovar. Esa era la única condición, puesto que aceptaba cobrar la mitad de lo que cobraría en el Benfica. Los ejecutivos blaugrana no quisieron usar la cláusula usada con Bartra o Montoya y respondieron que “estamos cansados de que se vayan jugadores libres o no poder hacer ningún intercambio”. Así que Nolito decidió firmar por el Benfica porque nadie le aseguraba ser jugador del primer equipo.

Quien sí lo hizo fue Pep Guardiola, al que se supone no habían preguntado en octubre: “Quiero que la temporada que viene formes parte del primer equipo”, le dijo en una reunión al jugador. Pero el andaluz ya había firmado con el Benfica. Lejos de rendirse, Nolito decidió coger el teléfono y pedirle a Luis Filipe Vieira, presidente del Benfica, que le permitiera seguir en el Barça. La respuesta fueron los 20 millones de su cláusula de rescisión. Nolito no empezó todo lo bien que se esperaba en el club luso, quizás porque la llamada no sentó bien al dirigente.

segunda oportunidad

Con el paso de los años y la llegada de Luis Enrique al primer equipo, Nolito regresó a la agenda blaugrana. Desde el primer día el técnico asturiano apostó por él. Pero no así el club, que siempre mareó la perdiz. Hasta tal punto que, en una reunión con los implicados, uno de los directivos aseguró que “es un capricho de Luis Enrique y haremos lo posible para no ficharlo”. Y así obraron. El Celta recibió una oferta de 8 millones en el verano de 2015 que no llegaba a los 18 millones de su cláusula. La oferta, lejos de aumentar, disminuyó el mes de enero de 2016: solo ofrecieron 3 millones por su cesión hasta junio. El Celta no aceptó. Pero Nolito siguió creyendo que el fichaje llegaría este verano y rechazó en invierno ofertas del Arsenal (cuatriplicaba su sueldo en el Celta) y del Atlético. La realidad es que todos los movimientos que hizo el Barça para fichar a Nolito fueron para contentar a Luis Enrique, pero no por la firme voluntad de cerrar la operación. Mientras, y hasta el último momento, Nolito seguía preguntando por si alguien había llamado desde el Camp Nou.