El tridente del Celta, una amenaza muy seria para la Copa

Maxi, Aspas y Sisto se han acostumbrado a celebrar goles

Maxi, Aspas y Sisto se han acostumbrado a celebrar goles / EFE

German Bona

German Bona

El Celta buscará el jueves su tercera 'machada' consecutiva, tras los meritorios empates en Balaídos ante el Barça en la Copa del Rey (1-1) y el Real Madrid en LaLiga Santander (2-2). Ahora, los vigueses vuelven al Camp Nou, donde hace unas semanas ya dejaron bien a las claras que son un equipo peligroso. Aquel día, provocaron el primer y de momento único 'pinchazo' de los de Ernesto Valverde en su feudo -Supercopa aparte- y arrancaron un empate a dos que, si se repite, dejaría KO al actual campeón de la competición.

El peligro del bloque del exbarcelonista Juan Carlos Unzué está sobre todo arriba. El Celta también tiene su tridente y es probable que las rotaciones del técnico navarro vuelvan a pasar de largo por la delantera y repitan Iago Aspas, Maxi Gómez y Pione Sisto. Tres jugadores muy diferentes que se complementan a la perfección en ataque. Una seria amenaza para el 'Rey de Copas'.

IAGO ASPAS: DIRECTO AL MUNDIAL

El Celta no se entiende sin el 'mago' de Moaña, de la misma manera que Aspas necesita de su hábitat natural para desplegar su inagotable repertorio. Cada día que pasa es mejor futbolista, a sus cualidades innatas ha sumado una inteligencia táctica fruto de la experiencia y todo ello forma un cóctel explosivo que le debe llevar directo a la próxima cita mundialista.

Iago Aspas es el 'Pichichi' nacional de la Liga, con 11 goles, y solo un 'monstruo' como Leo Messi (15) le aventaja en capacidad realizadora. Es el quinto que más dispara, con 38 chuts, así que su eficacia es tremenda. Arranca desde la derecha, pero se mueve por todo el ataque y su peligro radica a menudo en apariciones sorpresivas por detrás del delantero centro. Por si fuera poco, es capaz de jugar de espaldas y de irse al centro del campo a recibir cuando percibe que el equipo está estancado en la creación. Un futbolista tan importante para el Celta como el escudo. 

maxi gómez: de 'tronco' no tiene nada

El delantero uruguayo es la gran revelación de la temporada. En su primera incursión al fútbol europeo ya se ha revalorizado hasta el punto de que ha estado a un paso de irse al fútbol chino multiplicando por diez sus emolumentos. Pero este 'armario' que ronda los 90 kilos de peso tiene las convicciones muy firmes y sabe que la convocatoria para Rusia 2018 pasa por seguir en el Celta. Así que no se ha querido mover de Vigo.

El de Paysandú, con solo 21 años, puede presumir además de ser el único futbolista esta temporada que le ha marcado al Barcelona y al Real Madrid. Y ahora quiere repetir ante los azulgranas y seguir sorprendiendo al mundo futbolístico con una potencia descomunal, que le hace ser muy difícil de marcar por los rivales, sobre todo en el juego aéreo, pero también capaz de arrancar rápido en carrera y moverse con destreza, por imposible que parezca. 

pione sisto: el rey de las asistencias

Nacionalidad danesa, nacido en Uganda y origen sursudanés. Con esta carta de presentación solo podía salir alguien muy especial. Y Pione Sisto lo es. Capaz de lo mejor y de desesperar a la parroquia celtiña en un mismo partido, a sus 22 años demuestra una personalidad fuera de lo común. Arriesga en su juego, eléctrico por la banda izquierda, y si no le sale, lo vuelve a intentar a la siguiente ocasión. Su perseverancia le llevará al Mundial.

Sisto es el 'Rey de la Asistencia' de LaLiga Santander y está en el 'top' también del ranking de las grandes Ligas europeas. Suma 9 pases de gol en la competición doméstica, dos más que el azulgrana Leo Messi. Pero también marca goles, y si no, que se lo pregunten al Barça. Su potente chut con poco ángulo ante un desconcertado Cillessen, que no salió a cubrir el hueco, mantiene en vida a un Celta que, no olvidemos, ha logrado plantarse en las semifinales de Copa en las dos últimas ediciones. El campeón de ambas es el Barça, eso es cierto, pero los azulgranas tendrán el jueves en los vigueses, una vez más, una dura piedra de toque.