Sandro Rosell: "Si yo fuera presidente del Barça volvería a fichar a Neymar"

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Rosell atendió a SPORT en su domilicio particular / VALENTI ENRICH

Toni Frieros

Toni Frieros

En esta segunda entrega de la extensa entrevista a Sandro Rosell, que presenta su libro 'Un fuerte abrazo' donde repasa los 645 días que estuvo en la cárcel, hablamos de su caso, de las circunstancias que lo rodearon y de algunos nombres propios muy polémicos, como la jueza Carmen Lamela. Todos los beneficios de la venta de su libro irán a la fundación del padre Paulino, para la asistencia letrada de presos sin recursos.

En la mesa de su despacho una mascarilla del Barça y una libreta naranja.  El mismo modelo que usaba cada día en la cárcel para dejar constancia en su dietario de la injusticia vivida. En casi dos años encerrado completó doce libretas de gran tamaño.

¿Cree que ha sido víctima de una persecución?

Sin duda. Cuando te acusan de algo que no pasó, pero si hubiera pasado no era delito hace doce años, entre entidades privadas, cuando no hay ninguna denuncia y todo se hace a través de una acusación de oficio, solo puedes pensar que hay un montaje detrás.

¿Se ‘fabricaron’ pruebas falsas para perjudicarle?

Relatos falsos, seguro, sí. Y ahí han aparecido documentos dudosos.

¿Acusa al Estado de ser corrupto?

Lo que digo es que el sistema, una parte del Estado, funciona con sus propias leyes, que no son las leyes que tenemos todos. Y lo que sí he hecho ha sido querellarme contra la juez Lamela por prevaricación.

¿Es peor estar en prisión preventiva que condenado?

Es mucho peor. La angustia de no saber el día que terminará tu pesadilla, actividades  que no puedes hacer, como, trabajar... Tampoco tienes derecho a permisos.

¿Ha sido todo una venganza?

Es  lo que me gustaría descubrir. Llegar hasta el fondo para saber qué ha habido. No digo que no haya sido un error del sistema judicial, casual, pero me cuesta infinito que haya sido eso. .

¿Se siente la persona más perseguida de España, como dice en su libro?

En ese momento sí. Ahora, ¡espero!, ya no. He sido perseguido e investigado por la Guardia Civil, la Policía Nacional y he tenido 72 actas de Hacienda. Me extrañaría conocer a alguien más perseguido.

¿Todo por haber sido presidente del Barça y, además, catalán?

Coincidió que fui presidente del Barça y catalán en un momento crítico con Catalunya por el Procès. Hoy en día ser catalán está estigmatizado en toda España. Antes  todos te recibían con los brazos abiertos. Y hoy te sueltan “a por ellos”. Y seguimos siendo los mismos que antes.

Escribe que tanto en la cárcel, como en la vida, hay que pasar desapercibido.

¡Anda que yo lo cumplo! (risas).  Una lástima que por haber sido presidente del Barça pagues este precio tan alto.

¿También en Catalunya?

No es bueno ni ser famoso ni tener patrimonio. Es muy malo. No sé si es por envidia, pero todos los amigos míos que tienen un cierto patrimonio, opinan igual. Has de justificar tu éxito y tu dinero.

¿Cómo califica a la jueza Carmen Lamela?

En el libro digo de ella que es antipática, poco trabajadora, muy mala profesional  y que también que es muy mala persona. 

¿Se sintió agraviado cuando Villar salió en libertad provisional?

Fue un escándalo. Me alegré que saliera de la cárcel, que quede claro, pero es cierto que en el tema Villar, el supuesto delito ocurrió en España, hubo una denuncia. En mi caso ni se daba ninguna de esas circunstancias. La comparativa es brutal.

 Su madre y su esposa le pidieron que al salir de la cárcel se olvidara de todo, sin rencores.

En la cárcel sí que sentía rencor, porque vivir ahí es una putada. En libertad, las cosas se diluyen y el tiempo pasa. Hoy tengo cero rencor, pero quiero saber qué ha pasado con mi caso.

¿Estar en la cárcel es una cura de humildad?

En la cárcel descubres un submundo que no sabía que existía. Haces cosas que te hacen tener los dos pies en el suelo. Una cura de humildad, sí.

Qué siente por el Padre Paulino, para quien irán todos los beneficios de su libro...

Amor infinito. Si hubiera más Padres Paulinos en el mundo nos iría a todos mucho mejor. Es la bondad personificada. Desde hace 26 años, cada día de su vida, visita a los presos.

Trece negativas de libertad provisional. ¡Qué barbaridad!

Eso fue lo peor de todo. La Fiscalía lo justificaba filtrando mentiras a la prensa: que si el hígado de Abidal, que si Qatar, que si el barco...

¿Ha vuelto a la cárcel?

Sí, con Joan Besolí a visitar a algunos internos. Dos veces a Brians y una a Lledoners.

¿Qué fue lo primero que hizo al recobrar la libertad?

Al margen de dar muchos besos y abrazos, llegué al hotel, me fui directo a la barra y me bebí una cerveza bien fría de un solo trago.

Habla mucho de Jaume Roures en el libro. Dice que  tiene controlada la comunicación de este país.

Su empresa de comunicación está en todos los frentes. Eso es un hecho, no una opinión. 

¿Y que tiene controladas todas las agencias de investigación?

Es algo que me explicaron, no que yo lo afirme. Y si es verdad, es todo un crack. 

¿Ofreció a su padre retirar la querella por supuesto espionaje si admitía los hechos?

A mi abogado. Y dije que no porque yo jamás he espiado a nadie. Doy mi palabra de honor. No es verdad a no ser que un juez se lo invente. Por eso no tengo que pactar nada con  Roures. En la vida he aprendido que no se ha de aceptar ningún chantaje.

En Brasil, la prensa se destacó  que ingresó dinero en las cuentas de los hijos de Ricardo Teixeira.

Teixeira me prestó dinero y él me pidió que se lo devolviera ingresándoselo a sus hijos. ¿Qué ilegalidad hay en ello? Es lo que se llama “pagar por cuenta de”.

La FIFA ha expulsado de por vida a Teixeira por corrupción...

Es otra absoluta manipulación. La FIFA tomó esa determinación presionada por Estados Unidos. Todo lo que ha pasado y se ha dicho es mentira.

Por cierto, si volviera a ser presidente del Barça, ¿a qué jugador ficharía?

A Neymar. Es el único jugador, junto a Messi, que realmente marca diferencias. Tiene una gran personalidad dentro del campo. Eso sí, le haría dos contratos. Uno deportivo y otro de comportamiento.