El problema del lateral izquierdo: Jordi Alba ha tumbado a ocho carrileros

El internacional catalán lleva una década como dueño y señor del carril zurdo del Camp Nou por su talento y carácter

Su hegemonía ha hecho que los técnicos se queden sin competencia ni alternativa de garantías cuando está lesionado o necesitó descanso

¿Amistoso? Aquí tenéis la respuesta...¡Saltaron chispas entre Jordi Alba y Vinicius!

¿Amistoso? Aquí tenéis la respuesta...¡Saltaron chispas entre Jordi Alba y Vinicius! / Twitter

Juan Manuel Díaz

Juan Manuel Díaz

El director deportivo Mateu Alemany y su equipo tienen por delante dos papeletas fundamentales hasta el 31 de agosto: finiquitar las salidas y reforzar los laterales de la defensa, especialmente el izquierdo, en el que es preciso tener un relevo como Marcos Alonso, a la altura de Jordi Alba.

Jordi Alba regresó a su casa, el Barça, en la temporada 2012/13. El Valencia, el club que creyó y apostó por el carrilero de L'Hospitalet, recibió 14 millones de euros como traspaso por el que estaba considerado uno de los mejores futbolistas en su posición.

Desde entonces, Alba ha completado una década como titular indiscutible en el lateral izquierdo del Barça, sumando 429 partidos en los que ha aportado su verticalidad y carácter ofensivo, llegando a formar un tándem insuperable con Leo Messi durante varias temporadas. A día de hoy acumula 25 goles y 90 asistencias como azulgrana.

Sin duda, se trata de unas cifras notables que, pese a todo, también tienen un reverso menos brillante: cuando Jordi, a causa de las lesiones o el desgaste, no ha podido jugar o no ha rendido a su nivel habitual, los técnicos no han dispuesto de un relevo de garantías.

Sin alternativas pese a disponer de ocho opciones

El repaso a la historia reciente del Barça es concluyente. Desde el fichaje de Jordi Alba, han pasado (y abandonado) el vestuario azulgrana hasta siete laterales zurdos que no han podio consolidarse en el Camp Nou y establecer con el internacional catalán una competencia y una alternancia para dosificar esfuerzos.

En la campaña 2015/16, Alejandro Grimaldo se va directamente del Barça B al Benfica a cambio de 2,1 millones de euros. En el curso 2016/17, Adriano Correia dejó el Barça (por 2,3 millones, al Besiktas). En la 2017/18, el que abandonó fue Jérémy Mathieu (carta de libertad, Sporting Portugal), y en la 2018/19, Lucas Digne (Everton, 20,2 millones de traspaso). En la 2019/20, Marc Cucurella cerró su capítulo de cesiones con el traspaso al Eibar (2 millones), mientras que Juan Miranda fue cedido al Real Betis para recibir la carta de libertad un año después. En ese mismo año, la campaña 2021/22, fue Junior Firpo (Leeds United, 15 millones) quien cerró a sus espaldas la puertas del Camp Nou.

Ninguno de ellos se consolidó como alternativa a Jordi Alba, y para contar con un lateral izquierdo de confianza los entrenadores del Barça incluso llegaron a reconvertir de manera provisional al central belga Thomas Vermaelen (2015-2019)... cuando no estaba lesionado o cedido a otro club.

Competencia mientras Balde crece

La situación se puede repetir ahora con Alejandro Balde. A sus 18 años (18 de octubre de 2003), el canterano apunta un gran futuro y en la temporada 2021/22 Ronald Koeman llegó a recurrir a él cuando Jordi Alba fue baja. Sin embargo, una lumbalgia y una lesión de tobillo frenaron su crecimiento. Ahora, el club se plantea la cesión de Balde para que tenga minutos de juego y pueda consolidarse.

Y volvemos al principio. Mientras tanto, los técnicos del Barça consideran que Jordi Alba necesita un relevo que sea competencia real para disputarse y alternarse el lateral izquierdo. Marcos Alonso, un futbolista experimentado y contrastado en el Chelsea y en la selección española, y con la calidad y los galones necesarios, puede ser ese futbolista.

De ahí que el Barça siga trabajando para cerrar los fichajes de César Azpilicueta y Marcos Alonso. Una vez superada la tensión que generó el pulso por Jules Koundé, los ejecutivos azulgrana intentan que el Chelsea vuelva a la mesa y retome el diálogo en el punto en el que estaba, con una buena predisposición a cerrar un precio razonable para la salida de César y Marcos.