Por qué Valverde se queda (de momento)

A última hora de la noche del martes, el presidente Bartomeu trasladó a algunos medios su confianza en Valverde y la voluntad inequívoca de que continue un año más. Hay cuatro claves para entender por qué, en medio de la tormenta, el presidente del Barça ha vuelto a ratificar al entrenador por tercera vez en poco más de una semana

1. PORQUE ASÍ LO HA DECIDIDO BARTOMEU

El presidente ha sido el gran valedor de Ernesto Valverde, contra viento y marea, y en todas las situaciones límite que se han producido. Ante las presiones recibidas tras la derrota de Roma, de Anfield y de Sevilla, Bartomeu ha cerrado filas en contra de la opinión de una buena parte de la junta directiva, que reiteradamente le ha pedido su cabeza. Al final es muy sencillo: Bartomeu, de momento, le quiere salvar. Y él es quien tiene la última palabra.

2. PORQUE VALVERDE (DE MOMENTO) NO QUIERE IRSE

El segundo gran valedor de Valverde es él mismo, que traslada a sus allegados que no quiere irse y se ve con fuerzas para iniciar un nuevo proyecto. Bartomeu quiere evitar a toda costa una destitución, y si el acuerdo con el técnico no es posible, esto bloquea cualquier posibilidad de salida. Ya se sabe que en el Barça siempre es preferible una salida que no sea traumática.

3. PORQUE NO SE QUIEREN ABRIR MÁS FRENTES

En estos momentos el club considera que el principal foco de actuación debe ser la renovación de la plantilla y, concretamente, el relevo de varias vacas sagradas. Se sabe que una parte del vestuario, a pesar de sus declaraciones, ha empezado a dudar del entrenador, pero en el club se argumenta que algunos de estos jugadores el año que viene ya no estarán y por lo tanto su opinión ya no pesará.

4. PORQUE NO SE QUIERE TOMAR NINGUNA DECISIÓN EN CALIENTE

El presidente considera que lo peor que puede hacer la entidad es plegarse a la presión de la opinión pública y además hacerlo en caliente. Bartomeu actúa siempre en frío, cuando ya ha escampado la tormenta. En el caso de Valverde, ya ha demostrado varias veces su voluntad de mantenerlo a pesar de las voces que le reclamaban su sustitución.