EL PERFIL: El Búfalo de Gernika, amenaza 'inesperada' para el Barça

Asier Villalibre celebra su gol ante el Espanyol

Asier Villalibre celebra su gol ante el Espanyol / EFE

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Lo tenía crudo, muy crudo, para poder ‘embestir’ esta temporada. ‘Solo’ tenía por delante a unos tales Iñaki Williams, Aritz Aduriz y Kenan Kodro en un esquema de Garitano que tiene cabida únicamente para un ‘9’. Empresa harto complicada, por no decir imposible. Pero lo cierto es que a base de trabajo, de tesón y de acierto, por qué no decirlo, Asier Villalibre no solo ha ido viendo la luz en forma de minutos, sino que enlaza dos titularidades consecutivas en Liga. No será el ariete más estético ni el más dotado técnicamente, ni siquiera el que mejor planta tenga.

Tampoco tendrá una cláusula astronómica ni habría muchos chavales que quieran comprarse su camiseta o se forren las carpetas (si es que aún sigue sobreviviendo esa tradición) con su cara. O sí, quién sabe, porque si hay alguna afición fiel y especial esa es la del Athletic. Lo que es innegable es que Asier tiene ese gen, esa garra, ese espíritu tan imprescindible para poder jugar en La Catedral y tener la aprobación de un respetable que lo único que exige es estar dispuesto a dejarse los órganos a sus jugadores por defender el escudo (si luego hay ‘extras’, bienvenidos sean, obviamente).

UN SÁBADO DE DICIEMBRE

Hasta el 14 de diciembre apenas acumulaba cuatro minutos oficiales, pero a partir de ese derbi contra el Eibar en San Mamés hubo un ‘click’. Primera titularidad contra el Intercity en Copa y poco después repetiría frente al Sestao también en este torneo mágico para los leones. Precisamente en ese encuentro disputado en Las Llanas gritaría su primer gol oficial con el primer equipo rojiblanco. Un sueño para un ‘txikito’ cuyo corazón late por y para el Athletic. Una de las promesas eternas de Lezama que se ha hartado a meter goles en prácticamente todas las categorías, pero que se ha encontrado la cruda dureza de la élite. Aún así, la renovación el pasado verano hasta 2023 significó sin duda un empujón de moral para un futbolista que a sus 23 años forma parte esta temporada de la primera plantilla casi por descarte. La secretaría técnica no pudo buscarle acomodo.

EL BÚFALO DE GERNIKA, 'TRENDING TOPIC' EN EL BOTXO

Dentro de esta eclosión que ha vivido estas últimas semanas (al doblete en Sestao hay que añadirle otro tanto en Cornellà en el empate ante el Espanyol (1-1) y el gol decisivo en la tanda de penaltis que dio el paso al Athletic frente al Tenerife en las Islas), ha salido también a la palestra el curioso apodo con el que se le conoce de forma cariñosa (por muy feroz que suene) en su entorno. El ‘Búfalo de Gernika’. Algo así como una evolución del ‘Potro de Vallekas’. Lo ha destapado sobre todo su compañero Íñigo Martínez de forma cómica. El ‘Gernikako Bufaluuu’ es ‘trending topic’ en el Boxto. 

"Cuando vine aquí a Lezama con 12 años a  hacer las pruebas tuve un entrenador que se llamaba Txus y me empezó a decir que era un búfalo porque embestía a los rivales. A esa edad era más grande que los demás, crecí antes. Y desde ahí hasta ahora", aseguró el protagonista, que también añadió que no tiene ningún problema en que le llamen así. Una amenaza sin duda para el rebaño azulgrana, herido y desorientado por el ruido externo. No pierdan de vista a las embestidas del ‘Búfalo’.