'Partido fantasma' en Budapest: en pleno toque de queda y bajo cero

Javier Giraldo

Javier Giraldo

El encuentro de la Liga de Campeones que disputa el Barça este miércoles en Budapest será una especie de ‘partido fantasma’: se jugará a las 21 horas, en pleno toque de queda en la capital húngara y en unas condiciones climáticas no especialmente favorables.

El pasado 9 de noviembre, el gobierno de Hungría endureció las medidas contra el coronavirus ante el aumento de casos: se decretó un toque de queda desde las ocho de la tarde hasta las cinco de la madrugada. 

Está prohibido estar en la calle en ese tramo horario salvo causa justificada. El partido, que empezará a las 21 horas, se jugará en pleno toque de queda. 

Los bares están cerrados y los restaurantes solo sirven comida para llevar. 

La previsión del tiempo para las 21 horas es de dos grados centígrados bajo cero –y una sensación térmica de cinco bajo cero-, con una humedad del 87 por ciento y una probabilidad de lluvia del 23 por ciento. 

El partido se disputa a puerta cerrada en el Puskas Arena, el Wembley húngaro, el estadio que ya acogió la Supercopa de Europa entre Bayern y Sevilla, inaugurado en noviembre de 2019 y con capacidad para 67.000 espectadores. 

Con 12 puntos en cuatro jornadas, el Barça lidera el grupo G y ya está matemáticamente clasificado para los octavos de final de la Champions.