Historia SPORT

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Pacheco: "No nos vendría mal que Messi descanse"

El portero del Alavés se formó en la cantera del Madrid y compartió equipo con Casillas y Keylor Navas: "Aquello fue un máster"

Pacheco nació en un pueblo de Badajoz dos días antes de que Koeman marcase su inolvidable gol en Wembley

Messi, brújula calibrada a balón parado

Messi, brújula calibrada a balón parado / PERFORM

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Desde finales de 2020, Fernando Pacheco es el jugador con más minutos de la historia del Alavés en Primera. Consolidado bajo los palos del equipo vitoriano, forma la ‘santísima trinidad’ babazorra junto a Laguardia y el capitán, Manu García.

En el partido de ida (1-1) ya le amargó la vida al Barça. Nació el 18 de mayo de 1992, dos días antes de que Koeman entrase en la historia del Barça con su gol de falta en Wembley.  

Tu carrera empieza en un modesto club de Badajoz, el Flecha Negra.

Sí, yo soy de Puebla de Obando, en el límite de las provincias de Cáceres y Badajoz, y a través de un amigo fui a probar al Flecha. Es un club que trabaja muy bien el fútbol base, de hecho solo tiene hasta juveniles. Fue allí donde empezó todo, con aquellos viajes de 50 kilómetros desde casa: los padres se iban turnando para llevarnos a los entrenamientos. 

Y de ahí, a la cantera del Real Madrid. Vaya cambio.

Fue todo muy rápido. Estuve solo un año y medio en el Flecha Negra. Jugué un torneo con la selección extremeña en Mallorca y los ojeadores del Madrid me llamaron para probar. 

A los 14 años. 

Pasé cinco años en la residencia del club: te cuidan mucho para que el jugador se centre en el fútbol y en los estudios. Tienes los horarios muy marcados, incluso para salir o ir al cine, y tus padres solo te pueden visitar los fines de semana. Vas creciendo como persona y haces amigos: el recuerdo es muy bueno. 

¿Qué aprendiste en tus nueve años en el Madrid? 

Fue un máster: llegué a compartir plantilla con Iker y Keylor Navas, imagínate. Estar día a día con ellos fue una pasada. Llegué a debutar en la Copa, contra el Cornellà, pero después de un año sin jugar prácticamente nada y viendo que allí era imposible, tomé la decisión de salir cedido.

Te llamó el Alavés, entonces en Segunda.

Surgió la posibilidad de rescindir contrato con el Madrid y de firmar por el Alavés. Me costó tomar la decisión, porque después de tantos años en el Madrid... cuesta salir de un sitio en el que has estado tantos años. Lo valoré todo y pensé que era lo mejor. El director deportivo del Alavés, Javier Zubillaga, me explicó el proyecto y me convenció. El entrenador era Bordalás. 

 El tiempo ha confirmado que acertaste.

Las lesiones me han respetado y siempre he sentido la confianza del cuerpo técnico. Todos los entrenadores que he tenido me han aportado algo. Estoy muy agradecido al club y a la afición. Me siento muy querido y muy respetado en el Alavés. 

¿Qué recuerdo te dejó el 1-1 de la primera vuelta ante el Barça?

 Las sensaciones fueron positivas, y eso que nosotros no estábamos en un buen momento. Nos pusimos por delante, aunque luego el Barça tuvo muchas ocasiones y logró empatar. Nos quedamos con uno menos, pero el sacrificio del equipo nos permitió sumar ese punto.

¿Cómo crees que llega el Barça?

 La verdad es que ha tenido mala suerte en muchos partidos. Ha perdido o empatado partidos en los que generó muchas ocasiones de gol. Se ve más unión, también con el entrenador. Creo que están en un gran nivel pese a la derrota en Copa porque además han recuperado la mejor versión de jugadores como De Jong, Dembélé o Griezmann.  

¿Y Messi?

No lo mencioné porque es el mejor del mundo y él siempre está bien: si le dieran descanso, no nos vendría mal… aunque siempre te gusta medirte a los mejores, y ojalá esté muchos años más en nuestra Liga. 

Una pregunta casi recurrente en tu caso tiene que ver con la selección. Has sido internacional con las inferiores. ¿Crees que habrá llamada de Luis Enrique? 

 Uno siempre tiene es ilusión, no te voy a mentir. Sé que es complicado, pero en la vida hay que ponerse metas y pelear por ellas. Tengo 28 años, una buena edad para un portero. De hecho, dicen que ahora empieza lo bueno (ríe). 

¿Qué tal la experiencia de repetir con Abelardo como entrenador revulsivo? 

Ya lo conocíamos y sabíamos lo que nos iba a aportar: tiene las ideas muy claras, transmite confianza a los jugadores y suele sacar la mejor versión de cada uno de nosotros. Trabajamos en un gran ambiente. 

Tu referente bajo los palos siempre ha sido Buffon.

Sí, y también Casillas, con quien tuve la suerte de compartir equipo. Valdés también me parecía un portero impresionante. Me gusta asimilar un poco de todos. A Buffon tuve la suerte de conocerlo en persona y me regaló su camiseta. La guardo como un tesoro. 

Tú naciste el 18 de mayo de 1992. ¿Sabes qué hizo Koeman dos días después?

Sí, sí… ese gol. La verdad es que es un golpeo impresionante, con el empeine. Algunos dicen que ese tipo de goles son fallos del portero, porque va por tu palo, pero defender ese tipo de golpeos es muy complicado. También pasa con las falta de Messi. En esos casos es más mérito del lanzador que demérito del portero.  

¿Alguna promesa en caso de ganar en el Camp Nou? 

No, lo de las promesas ya nunca más: cuando gané la Copa de Juveniles con el Madrid me comprometí a raparme la cabeza y claro, tuve que cumplirlo. Era muy cómodo, pero no lo vuelvo a hacer.