Neymar, solo en modo Barça

Neymar, la saga continúa

PERFORM

Joaquim Piera

Joaquim Piera

El órdago que Neymar Jr. le ha lanzado al PSG tiene un objetivo, hasta ahora, inamovible: regresar al Camp Nou para intentar reeditar de blaugrana sus mejores años como futbolista.

Hasta la fecha, todos y cada uno de los movimientos entre bastidores que el crack brasileño ha realizado durante los últimos dos meses han ido en una sola dirección, la de instar a la cúpula qatarí del PSG que lleguen a un acuerdo de traspaso con el Barcelona.

Y, después, de casi un trimestre de desgaste interno, desvinculándose sentimentalmente de la dirección, de los ejecutivos del área deportiva, del cuerpo técnico e inclusos de sus colegas de vestuario en París, Neymar no ha dado muestras que pretenda protagonizar un ningún giro argumental en su propósito de volver a llevar la camiseta 11 blaugrana.

A día de hoy, el astro y su entorno familiar han cumplido con todos los requerimientos verbales que el Barcelona le solicitó para lanzarse a un fichaje imposible. Y uno de los elementos de obligatorio cumplimiento para que los ejecutivos blaugranas sigan adelante con los contactos con el PSG es evitar cualquier tipo de subasta.  Si Neymar ha pedido volver, el Barça lo que no hará es entrar en una puja al mejor postor, para correr el riesgo de ver su imagen dañada por un futbolista que decidió irse un bienio atrás.

Neymar sigue apretando internamente, aun sabiendo que, si fuera por el estricto deseo personal de Nasser Al-Khelaifi, jamás lo traspasaría al Barcelona. El dirigente qatarí nunca ha digerido las múltiples tentativas azulgranas en la última década por llevarse, en diferentes ventas de contrataciones, a Thiago Silva, Marquinhos, Verratti y Rabiot.

Y, dado que el PSG no se rige por los mismos criterios deportivos y de gestión que los grandes del continente, todavía no está descartada la posibilidad que al astro brasileño se le castigue, teniendo que cumplir su tercero de los cinco años de contrato que firmó en 2017.

Al-Khelaifi se siente traicionado por Neymar. No entiende por qué nunca ha contado con la complicidad de su futbolista franquicia, a quien le ha concedido casi todo que le ha pedido. Mantener una temporada más, a disgusto, es una opción que llenaría los deseos de venganza del presidente del PSG pero que es desaconsejable desde todos los puntos de vista, ya que un Ney enrabietado puede envenenar a un vestuario, a quien se le exige desde Doha que gane de una vez por todas la Champions League.

En París, saben de primera mano que Ney sigue siendo un deseo no realizado de Florentino Pérez, o que el Manchester United, si acaba traspasando a Pogba, necesitará un ‘vendecamisetas’, un gran icono publicitario para su nuevo proyecto deportivo. Cualquiera de los dos clubes, que afrontarían la operación en cash o no vía compensación de jugadores, coparían de satisfacción  a Al-Khelaifi. Y aquí es cuando hay un choque frontal con lo que Neymar estaría exigiendo internamente. El brasileño prefiere jugar al lado de Leo Messi, en lugar de manchar su pasado yéndose a Madrid. Y, por otro lado, por mucho que le llame la atención la Premier League, como ha expresado alguna vez, el United, que ya lo vino a buscar cuando estaba en el Barça, es una opción inviable, porque esta temporada no estará en la Champions.

Y, de momento, todos los caminos de Neymar llevan, este verano, hacia el Camp Nou. Las tratativas entre los dos clubes, con idas y venidas, van mostrando una tendencia positiva para los intereses blaugranas. El brasileño siente que está cerca de convertirse en el primer futbolista que, estando en París, rompe el muro de los qatarís.  Y, ahora, no estaría por la labor de echar por tierra, la voluntad, suya y de su familia, de volver a instalarse en la capital catalana para tener la oportunidad única de disfrutar jugando al lado del Leo Messi más maduro en un club que tiene una proyección global que no se puede comprar con petrodólares.