La Navidad más "cruel" de Ousmane Dembélé

La secuencia del drama de Dembélé: así vivió su enésima lesión

Ousmane Dembélé sufrió una nueva lesión a los 25 minutos del encuentro ante el Borussia Dortmund. El francés, desolado, se retiró entre lágrimas / MEDIAPRO

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Suele suceder. Es eso que todo el mundo llama ‘Ley de Murphy’. Cuanto más haces y pones de tu parte para que algo pase, para alcanzar alguna meta o para evitar que se produzcan ciertas situaciones desagradables o de riesgo, antes te topas de bruces con ellas. Por ejemplo, ya puedes coger paraguas 364 días al año como medida de prevención por si llueve, que justo el que no has pensado en llevarlo contigo cae un aguacero del copón. O puedes decidir acabar con tu mala vida, cambiar la mentalidad en relación al trabajo y la disciplina y mudar tus hábitos hacia lo saludable y lo ‘adecuado’, que justo cuando empiezas a despegar un revés te devuelve literalmente a la ‘mierda’. Este último sería el caso de Ousmane Dembélé.

“Esta última lesión ha sido muy cruel”, comentaba Ernesto Valverde en su tradicional entrevista en la televisión del Barça para hacer balance del año. "Ousmane estaba muy mentalizado y trabajando bien. Parecía que lo estábamos consiguiendo, que lo podíamos recuperar y fue un parón importante, también anímicamente”. Mal nos pese, el paso del galo por el FC Barcelona, al menos hasta la fecha, ha estado mucho más marcado por sus ‘affaires’ lejos de los terrenos de juego y sus ininterrumpidas lesiones que por su rendimiento en el rectángulo de juego. Hacer una lista de sucesos de Ousmane es una labor tan rocambolesca como entretenida. Entre sus TOP se encuentran sus dos retrasos de la temporada pasada (con desaparición y ‘espantá’ incluidos) o la advertencia del club por sus ‘malas compañías’ y sus sesiones de Fortnite hasta altas horas de la madrugada.

LA AFICIÓN HA PERDIDO LA ESPERANZA

Es cierto que ha pasado por momento sobre el verde de lucidez, nos ha dejado más de una obra de arte y destellos para el recuerdo, pero han llegado tan a cuentagotas que el aficionado, que ha sido probablemente el que más paciencia ha tenido y ha ‘sostenido’ más al jugador, ya no espera prácticamente nada. Ousmane es un futbolista que te ofrece algo distinto, especial, en el campo, esa anarquía y esa brillantez que atesoran pocos futbolistas y que tanto gustan al público, sobre todo en épocas en las que el juego dista de ser la alegría de la huerta. Pero entre la mala fortuna y su poca predisposición, el desánimo ha ido ‘in crescendo’ y las esperanzas de la parroquia azulgrana menguando.

Sin duda, por las palabras del ‘Txingurri’ y por cómo Ousmane salió del terreno de juego tras lesionarse en ese Barça-Borussia Dortmund, este contratiempo está siendo especialmente doloroso para el jugador, que regreso hace unos días de completar la primera parte de su recuperación en Catar. Han pasado cuatro semanas de las 10 estipuladas. Queda aún un largo recorrido antes de que el extremo reaparezca (se espera que esté listo para afrontar la eliminatoria de octavos de Champions ante el Nápoles) y el apartado mental será clave para poder adelantar plazos. No sabemos exactamente cuál es el índice del ánimo actual del atacante, pero no estará siendo nada fácil ni para su entorno ni para sus recuperadores ‘curarlo’ también a nivel moral.

Con el tridente cada vez más consolidado, además, lo tendrá harto complicado para disponer de minutos e ir cogiendo ritmo de partidos. Regresará en pleno ‘tourmalet’ y Valverde no estará para andarse con experimentos y rotaciones. Sin duda, este es el momento más delicado desde que el de Vernon firmó como azulgrana. Una Navidad tan cruel como gris.