Un mundo mejor gracias al Barça

La Fundación Barça extiende su exitoso programa de prevención de violencia en Brasil

La Fundación Barça extiende su exitoso programa de prevención de violencia en Brasil / FC Barcelona

Toni Frieros

Toni Frieros

Un cuarto de siglo contribuyendo a hacer de este mundo un lugar mucho mejor para nuestros niños. Veinticinco años sensibilizando a la sociedad sobre las problemática sociales de los más vulnerables, los niños y los jóvenes. Eso también es el FC Barcelona. También es un título de Liga o una Champions League. 

Su Fundació, que ahora está viviendo las bodas de plata, sigue siendo fiel a su espíritu fundacional: servirse de la fuerza del deporte y de la marca Barça como herramienta de cambio efectivo y visible de la sociedad. De las palabras a los hechos.

La consolidación de la cara social del FC Barcelona ha sido posible después de un largo camino. Una iniciativa  que arrancó en julio de 1994 por el presidente Josep  Lluís Núñez y que después continuaron Joan Gaspart, Joan Laporta, Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Aquí jamás hubo ‘ismos’ y sí un objetivo común.

Ninguna etapa ha sido mejor que otra, porque los tiempos cambian y las circunstancias también. El gran mérito del club fue hacer realidad una idea y convertirse en una institución deportiva de referencia y pionera: a mediados de los noventa fue el primer club en crear una fundación. Más tarde llegaron las demás.

La gran alianza: UNICEF.

También hubo un antes y un después de septiembre de 2006, cuando la junta presidida por Joan Laporta firmó un acuerdo histórico con UNICEF. Llevó el nombre a la camiseta del primer equipo, que por primera vez en la historia del club lucía publicidad, y destinó 1,5 millones anuales a la organización benéfica. Desde aquel gesto, una vez más inédito en el mundo del fútbol, el Barça comenzó ser visto con otros ojos.  

La gran transformación de la Fundació llegó a partir de la temporada 2010-11. Sandro Rosell y su junta directiva decidieron apostar fuerte por ella, destinando a su presupuesto el 0,7% de los ingresos anuales ordinarios de la entidad. Además, jugadores y técnicos profesionales aportaban el 1% de sus contratos.

Desde aquel julio de 2010 hasta nuestros días el crecimiento en todos los sentidos ha sido extraordinario. La Fundació tenía entonces cinco trabajadores, llegaba a 220.000 niños y manejaba un presupuesto de 5,8 millones de euros. En siete años la evolución ha sido imparable. Hoy son cerca de treinta los trabajadores y colaboradores, ha sobrepasado el millón y medio de niños y jóvenes beneficiarios y cuenta con 17,3 millones de euros de recursos económicos.

59 países

Lo realmente importante aquí es a quien llega todo ese caudal benéfico, siempre a través de programas educativos asociados al deporte. El año pasado, solo en Catalunya, se beneficiaron 460.000 niños y jóvenes de 46 localidades diferentes con programas de prevención de la violencia, inclusión social y acceso a la educación. 

A nivel internacional la dimensión es digna de admirar porque la Fundació del FC Barcelona está presente, hoy en día, en 59 países, prácticamente en los cinco continentes. Más de un millón de niños y adolescentes reciben ayuda directa del Barça, en muchos casos de la mano de alianzas con otras fundaciones y organizaciones.

La Fundació tiene su propio Plan Estratégico 2015-2021. Uno de sus puntos fuertes será tener vida propia en Estados Unidos, como se anunció durante la presentación del acuerdo con la Fundación de Pau Gasol. Para el próximo año, el club está trabajando para realizar un gran acto de clausura de los 25 años invitando a todas las personas y celebrities vinculadas a la historia de la Fundació Barça.

Josep Maria Bartomeu, presidente del FC Barcelona y del Patronato de la Fundació Barça, hace hincapié en que “tenemos que aprovechar nuestra fuerza para conseguir cambios en la vida de los niños y jóvenes de Catalunya y de todo el mundo. Por eso nuestra fundación es una de las piezas clave del club”. Jordi Cardoner, por su parte, como vicepresidente del área social y de la propia fundación, se felicita de que “hemos sido capaces de demostrar que si se nos conoce por ser algo más que un club de fútbol, en parte es porque la parte social forma parte de nuestra identidad”.