Esperando a Jordi Alba

El Barça ha tenido que convivir sin Jordi Alba desde el pasado 17 de septiembre cuando sufrió una lesión muscular en Dortmund. Una baja sensible que sumada al contratiempo de Junior Firpo, que también sufrió un problema muscular, ha obligado a Valverde a tener que apostar por Semedo como lateral izquierdo en varios partidos.

Alba ya fue convocado para el último partido liguero, la victoria ante el Sevilla en el Camp Nou (4-0), pero Valverde optó ese día por no arriesgar con el lateral.

El resultado y la cercanía del parón de selecciones aconsejaban no forzar su regreso. Y el jugador está pudiendo trabajar con tranquilidad su regreso a los terrenos de juego.

De ahí que resulta factible que pueda volver incluso como titular para el encuentro ante el Eibar del próximo sábado. Alba no ha participado en los últimos cinco partidos del Barça. Fue baja frente al Granada, el Villarreal y el Getafe, y se quedó en el banquillo ante el Sevilla, en Liga. Y no jugó el partido de la Liga de Campeones ante el Inter. 

Cinco partidos en los que sumaron una derrota (2-0 ante el Granada) y cuatro victorias, tres en Liga (2-1, Villarreal; 0-2, Getafe; 4-0, Sevilla) y una en la Champions (2-1, Inter). 

Su baja sirvió para que Junior mostrara síntomas de mejora hasta que cayó lesionado. Y dejó alguna sorpresa, como la espléndida actuación de Semedo en una posición que no es la suya frente al Sevilla.

Además tuvo un efecto dominó: pese a empezar la temporada jugando en el mediocampo, Sergi Roberto recuperó su posición de lateral derecho.

La incógnita del lateral derecho

El regreso de Alba al equipo activará de nuevo el debate sobre quién debe ocupar habitualmente el lateral derecho. De entrada todo apunta a Semedo, que está contando esta temporada con la total confianza de Valverde. Pero Sergi Roberto también ha cumplido cuando ha regreso a esta posición.

Semedo ha dado un paso adelante en su aportación ofensiva al equipo y sigue siendo más especialista en tareas defensivas que Sergi Roberto. Sobre todo como corrector gracias a su velocidad. Mientras que el de Reus es un jugador que mejora la salida de balón del equipo y se entiende mejor en el campo con jugadores como Messi o Suárez. 

De momento el gran ausente está siendo Wagué, que pese a las numerosas bajas en estos primeros meses no está contando para Valverde y es habitual que sea uno de los descartados en las convocatorias.