Messi, en el momento más feliz de su vida

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Messi cumplirá 32 años el próximo mes de junio y llegará a esa edad en el mejor momento de su vida. Pase lo que pase en la Champions y en la Copa. Obviamente, todo lo que sea ganar solo hará que aumentar sus sensaciones, todas positivas a día de hoy, pero incluso la decepción que significaría no acabar la temporada sumando uno o dos títulos a LaLiga no podría afectar a la felicidad existencial por la que atraviesa el ‘10’ del Barça.

La imagen de Leo esperando de rodillas a su hijo Mateo sobre el césped del Camp Nou es el mejor resumen del momento vital por el que atraviesa el argentino. Levantó su primer título doméstico como capitán y, al cabo de pocos minutos, ya se abrazaba con uno de sus tres hijos, con los que ha formado una gran familia junto a su esposa Antonella. El futbolista se siente absolutamente realizado a nivel familiar y pudo festejar con quienes forman parte de su núcleo más íntimo LaLiga. Todo fluye alrededor de Leo Messi y son varios los factores que han ayudado a que así sea.

IMPLICACIÓN MÁXIMA

Esta es la primera temporada en la que el futbolista es primer capitán del Barça, un brazalete que confirma su gran ascendencia sobre el equipo, demostrada a lo largo de sus quince temporadas en el Camp Nou. No se trata de algo menor porque Messi, desde que arrancó la temporada, se siente un auténtico privilegiado por ello, pero también muy responsabilizado por lo que significa, algo que han podido notar sus compañeros. Uno de ellos ha llegado a explicar que "impresiona su grado de implicación con el equipo. Solo le he visto insatisfecho cuando no ha podido ayudar como él cree que debe hacerlo". Y como es muy extraño verle un partido en el que no haya ayudado lo que él cree necesario, pues la satisfacción es completa.

COMPLICIDAD CON VALVERDE

Messi entiende que ha llegado a un momento de su vida en el que familia y profesión han encajado como un guante, de forma perfecta. Se siente maduro y realizado en todos los sentidos. Hubo un tiempo en el que el fútbol era su absoluta prioridad, casi una obsesión, pero la irrupción de Antonella en su vida y, sobre todo, el nacimiento de sus tres hijos, convirtieron a Leo en alguien responsabilizado hasta el extremo con el fútbol, pero dejando a un lado fijaciones que no le beneficiaban.

Como prueba de ello, y lejos de la percepción generalizada sobre el tema, Ernesto Valverde ha llegado a un punto de complicidad tal con el ‘10’ que, cuando considera necesario que descanse, actúa como con cualquier otro futbolista de la plantilla. Ocurrió, por ejemplo, en la ida de cuartos de final de la Copa ante el Sevilla. El técnico le comunicó su decisión y Leo aceptó sin problemas. Es evidente que, cuando se trata de Messi, el conocimiento que tiene de sí mismo el jugador pesa y el diálogo con él no solo es positivo, sino muy recomendable. Pero la confianza entre ambos es enorme. La diferencia respecto a la etapa de Luis Enrique, en ese sentido, es notable.

ARGENTINA, UN ALIVIO

Números en mano, esta es la temporada en la que el capitán más minutos ha dejado de competir sin que hubiera a simple viste razón para que descansara. Y el propio futbolista ha notado que llega al tramo decisivo en las mejores condiciones posibles, físicamente al cien por cien. Su presencia anecdótica en la selección argentina esta temporada tampoco es nada casual. Más allá del desgaste físico, el ambiente enrarecido que rodea a la albiceleste tampoco beneficiaba en nada a nivel mental al ‘10’ del Barça. Quitarse ese peso de encima también le ha ayudado a estar viviendo, sin ninguna duda, el mejor momento de su vida. Y si Messi es feliz, el Barça sonríe.