Messi, ilusionante exhibición con un final de pena máxima

El penalti fallado por Leo Messi no debe empañar la gran actuación del argentino en Manchester. De hecho, seguramente sea en los once metros el único punto del campo en el que el rosarino no es el mejor del mundo. En el Etihad, Leo volvió a dejar claro que como centrocampista es tan letal como mediapunta o delantero.

En los primeros 45 minutos, Messi dirigió al equipo alternando jugadas largas de combinación junto a Rakitic e Iniesta y arrancadas marca de la casa. De nuevo, el '10' ofreció una excelente versión como asistente buscando en profundidad a Jordi Alba, Neymar y Suárez, cuyo primer tanto nació de un pase picado del argentino.

Tras el descanso, algo contagiado de los malos minutos del equipo, Leo estuvo algo más intermitente hasta la expulsión de Clichy. A partir de entonces, asumió de nuevo la batuta de un Barça que no se empeñó en buscar el tercer gol. Sin embargo, cuando parecía que el partido acabaría 1-2, Messi tuvo la oportunidad de sentenciar la eliminatoria con un penalti que Zabaleta había cometido sobre él. Leo volvió a fallar desde los once metros y se fue hacia los vestuarios con un enfado monumental. Su actuación dejó un regusto amargo pero no debe esconder la realidad: este Barça depende, en un porcentaje muy alto, de la inspiración de 'La Pulga'.

Cabe destacar, por último, que Messi fue el tercer jugador del Barça que más balones recuperó ante el City. Solo Piqué (15) y Dani Alves (9) superaron al argentino (7).