Solo Memphis y los jóvenes animan al Camp Nou

Memphis ha tirado la puerta sin pedir permiso para ser desde ya el jugador franquicia

La afición necesita estímulos como Gavi y Nico para animar un presente gris

Memphis sigue demostrando su calidad partido tras partido

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Hay tipos especiales que juegan con una saludable inconsciencia. Para triunfar en el Camp Nou es mejor pensar en el balón que ensimismarse en uno mismo o el entorno.

Lo saben jugadores como Griezmann o Coutinho, incómodos con el runrún de las gradas y sus propias dudas, el peor enemigo para cualquier futbolista.  

No es el caso de Memphis Depay, que está en boca de todos porque ha tirado la puerta para ser el jugador franquicia sin pedir permiso.

El holandés está jugando por encima de cualquier expectativa y su fútbol está fluyendo con naturalidad de los grandes. Lleva solo tres partidos, pero no habla de adaptación, ni de conocer a sus nuevos compañeros ni de dudas. Sale al campo, disfruta y juega con la confianza de los que se saben buenos

Es probable que antes de fichar se preguntara sin encajaría con Messi. También que se imaginara celebrando goles con el mejor de la historia. Pero este ya no es el Barça de Messi y va camino de convertirse en el Barça de Memphis en tiempo record. Al holandés se aferra el barcelonismo para animarse en partidos con titulares insospechados: victoria sufrida en el Camp Nou ante el Getafe. 

Memphis fue la alegría de la tarde en el Camp Nou

Memphis fue la alegría de la tarde en el Camp Nou / AFP

Cuesta ilusionarse con partidos así y alineaciones como esta. Dice Koeman que hay que rebajar las expectativas, que el Barça no está para competir con los mejores. Pero, en un contexto que podría ser una oportunidad para los jóvenes, el holandés tiró de vacas sagradas.

Sin Pedri, Sergi Roberto fue titular y, a la espera de Ansu, jugó Braithwaite. Algo cambió en la recta final del partido cuando la entrada de Gavi y Nico fue un impulso, algo a lo que aferrarse para animarse con la temporada que se viene.

Su entusiasmo, las ganas de hacerse paso, animaron a un Barça insípido, que vivió de los goles de Sergi Roberto y Memphis, pero que tuvo un nudo en el estómago el resto del partido tras el gol de Sandro.

El exazulgrana conectó con Aleñá y marcó, confirmando la venenosa ley de los exs. Curiosamente dos exjugadores formados en La Masia. La cantera, el camino que el propio Koeman parece obligado a tener que recorrer para ilusionar al barcelonismo.

 La temporada solo acaba de empezar, de momento con 7 puntos de 9 posibles, pero ante un presente desencantado el culé mira a los jóvenes. En el abrazo final de Nico y Gavi, y en la mirada viva de Ansu, imagina otro futuro.