Leo Messi: Una historia de amor 'eibartarra'

Así fue la exhibición de Messi contra el Eibar

Sergi Capdevila

Sergi Capdevila

Resulta hasta cansino y repetitivo reincidir en aquello de que los adjetivos se nos acaban para definir las fechorías de Leo Messi porque en realidad hace años que se agotaron. Innovar y sorprender para hablar del de Rosario es una empresa ya solo apta para los elegidos, ese puñado de eruditos de la palabra entre el que servidor lamentablemente no se encuentra. Ayer, ante el Eibar, el ‘10’ volvió a poner a prueba a periodistas y ‘tuiteros’ con su enésima exhibición.

SU AMADO EIBAR

El cuadro armero se reafirmó como la víctima perfecta para ‘Lio’. Los números de Messi en sus encuentros ante el equipo guipuzcoano parecen obra de algún ‘vudú’ africano por la mística que esconden. El argentino acumula ya 19 goles en toda su carrera frente al Eibar. Es su rival preferido, a ningún equipo le ha marcado tantas dianas. Además, se trata del segundo póker ya que le endosa a los eibartarras. Todo lo que cuesta marcar cuatro goles en un solo partido, pues multiplíquenlo por dos. Bárbaro. Y es que Messi registra ya siete pókers a lo largo de su carrera. Cinco en Liga (Valencia, Espanyol, Osasuna y Eibar en dos ocasiones) y dos en Champions (uno frente al Arsenal y otro ante el Leverkusen, aunque este tiene ‘truco’ porque acabó siendo un ‘repóker’).

Hay más datos tremendos, aunque no incumban únicamente al Eibar. José Luis Mendilibar, técnico del equipo azulgrana las cinco últimas temporadas, es el entrenador al que más ha castigado Leo durante su carrera (29 dianas ha encajado ya). Con los cuatro de ayer, Messi se dispara en la tabla de goleadores. Es el ‘pichichi’ destacado con 18 tantos, a los que hay que añadir 12 asistencias (también lidera ese apartado, por supuesto). 

PRECOCIDAD

Además, los tres primeros goles del ‘10’ frente al equipo armero supusieron el tercer ‘hat-trick’ más rápido de su carrera. Para seguir redondeando cifras, la primera diana que anotó Leo se convirtió en la número 300 que el Eibar encajaba en su historia en Primera. En definitiva, una ristra de románticas coincidencias ‘armeromessiánicas’.