Las sensaciones de Víctor Valdés ante un partido muy emotivo

Víctor Valdés habló en rueda de prensa en la Ciutat Esportiva Joan Gamper

Víctor Valdés habló en rueda de prensa en la Ciutat Esportiva Joan Gamper / David Ramírez

German Bona

German Bona

Víctor Valdés es genio y figura. Lo fue bajo palos y ahora en los banquillos promete grandes momentos. Tiene una filosofía particular del juego que puede encajar muy bien en el Barça y está ante uno de los momentos más importantes de su incipiente carrera como entrenador. Como mister del juvenil tendrá el honor de estrenar el Estadi Johan Cruyff.

"Uff, es complicado explicar mis sentimientos en minuto y medio. Son sentimientos muy fuertes, es la casa donde me crié, el futbol que me lo dio todo, la referencia y el modelo que comimos desde bien pequeños. Es el Barça, es Johan, es Jordi que nos estará mirando", explicó en su primera respuesta.

Valdés tiene claro que "se ha de priorizar el talento, todo tiene su etapa y su proceso, y si alguna cosa nos identifica es el juego de talento. En la base me ha sorprendido la carga de minutos que han de tener los jugadores en ciertos sentidos", reconoció sobre la prevalencia del físico que se impuso en el club, auqnue ya todo está cambiando. "Me sabe mal que se vaya una generación muy importante para este club", alertó Valdés.

A los juveniles les pide que "disfruten" y les inculca los cinco puntos de su filosofía que les inculca en las charlas: "Diversión, actitud, identidad, variedad e ir hacia el gol y hacer la vigilancia". No solo eso, aboga por el "futtack con mucho gas, muy dinámico, asumimos riesgos y vamos a por el gol".

Su misión es también  hacer que los jugadores puedan practicar lo que más les gusta en un entorno adecuado. "Tuve una gran cagada como jugador profesional y fue fiarme de gente externa que te prometian el oro y el moro. Mi función es evitarlo y me voy a vincular mucho como formador", dijo convencido.

La 'cárcel' de la portería

Valdés vivió una relación de amor y odio con la portería. Siempre fue así, aunque pueda sorprender, Admite que "nunca dejo de ser portero, pero si digo la verdad, el vínculo que creo con mis porteros y como les puedo ayudar ya me basta. Soy un entrenador sin guantes. He estado encarcelado más de 20 años de mi vida, pero he vivido en ese timepo momentos de glorias suprema".

Ahora, intenta "plasmar el fútbol que he vivido". Agradeció a todos los que le han enseñado, con mención especial para "Rojo, Olmo, Asensi, Quique Costas y el formador Jordi Castel, que fue el formador de los porteros". Tampoco se olvida "de mis dos mejores amigos, Xavi uy Andrés Iniesta". Ni claro, de Johan, de quien se acordará mucho mañana. "La película que enseñaré a los chicos antes del partido es de Johan cien por cien, el destino me ha puesto en esta situación. La película será de la identidad de la que vengo", rubricó.