Las horas más bajas de Setién en el Barça

El empate con sabor a derrota de Balaídos ha situado a Quique Setién en la situación más comprometida desde que llegó al FCBarcelona en enero. El equipo ofreció síntomas de mejora en cuanto a juego, pero el desastroso tramo final del choque volvió a abrir las dudas y Setién está viviendo sus horas más bajas como míster barcelonista.

En el interior de la caseta están sorprendiendo algunas de sus decisiones. La que menos se entendió fue la de cambiar a jugadores importantes, como Jordi Alba o Luis Suárez, sin estar el partido resuelto. Aunque el partido trascendental ante el Atlético de Madrid está a la vuelta de la esquina, en el vestuario entienden que las ‘vacas sagradas’ debían permanecer en el campo hasta que pudiera llegar la sentencia con un tercer gol en Vigo,.

Los cambios no sentaron bien a un equipo que perdió el centro del campo y en defensa se mostró muy inseguro, con Gerard Piqué como único jugador que ofrecía garantías. El central debía multiplicarse y ello le llevó a ir a por todas en la internada de Rafinha que terminó en la falta del empate de Aspas. Una infracción que no existió, pero en todo  caso, Piqué se vio obligado a ir al límite en una zona peligrosa.

Balón parado

Aperro flaco todo son pulgas. Y con el mal resultado en Balaídos se han aireado alguna carencias en la metodología de Quique Setién. Por ejemplo, a balón parado tiene un repertorio con pocas variantes. De los córners se saca poco provecho y, en las faltas, todo pasa por la genialidad de Leo Messi ya sea para ejecutarlas directamente o para poner balones de oro como el del primer gol de Luis Suárez ante los celtiñas.

El análisis de los rivales y las sesiones de vídeo tampoco son muy exhaustivas. Los pequeños detalles cuentan mucha y esta fue una diferencia respecto al Celta.  Iago Aspas explicó al término del encuentro que tenían estudiadas a las barreras del Barça y sabían que acostumbraban a saltar. El gallego lo aprovechó para tirar por abajo y anotar el gol del empate.

Contrato

Quique Setién firmó un contrato a su llegada hasta junio del 2022, aunque con una cláusula liberatoria para la junta directiva entrante en las elecciones del verano del 2021. Por tanto, el cántabro y su staff tienen contrato garantizado para la próxima campaña. 

Pese a ello, la directiva contempla con preocupación el escenario que se está dibujando en el primer equipo. Quique Setién fue el elegido por su estilo de juego con aires cruyffistas, su valentía con la cantera y determinación. Sin embargo, este mensaje por ahora no ha cuajado. En Balaídos se vieron brotes verdes con la inclusión de Riqui Puig y Ansu Fati en el once titular.

En este sentido, la cúpula blaugrana quiere observar la evolución que sigue el equipo en estos seis últimos partidos de Liga,  empezando ante el Atlético de Madrid. Las alarmas aún no están activadas, pero un mal final de Liga y con la Champions en agosto, podría llevar a que los dirigentes tuvieran que actuar.