Kubo, producto 'Made in la Masia' con futuro blanco

El Kubo más osado se atrevió a hacerle un caño a Messi

Arnau Montserrat

La valentía de Takefusa Kubo está probada. Pocos son los que se atreven a cambiar Barcelona por Madrid. Fue sin duda uno de los fichajes más polémicos del pasado mercado estival. El Barça lo quería pero no puso la cantidad salarial que sí desembolsó el eterno rival. El Real Madrid se hacía con los servicios de la gran promesa japonesa que se había formado en la Masía. Un producto de la casa que tomaba un camino arriesgado. Más si analizamos la cartelera de jugadores en la zona ofensiva que acumula el club blanco. 

Algún destello en la pretemporada con el primer equipo le abrió puertas a buenas ofertas para salir cedido a sus 18 años a un equipo de Primera donde poder seguir con su progresión. Algo parecido a lo que ya está haciendo Odegaard, en una posición similar a la del japonés. Su destino final fue el Mallorca que lograba un refuerzo de lujo para luchar por la permanencia en la temporada de su regreso. 

Le ha costado adaptarse al conjunto balear que empezaba a disfrutar de la calidad que atesora Kubo. Suyo fue el gol de la victoria en el último partido del Mallorca en LaLiga. Fue en Ipurúa donde sacaron tres puntos vitales para acercarse a la pelea por salvarse.

El Barça, molesto

Tras formar una dupla letal con Ansu Fati en las categorías inferiores del Barça, la carrera como azulgrana se truncó para el japonés cuando la FIFA sancionó al club por violar el reglamento de los futbolistas menores de edad. El resultado fue su regreso a Japón para seguir con su formación, en principio, con un billete de regreso que tiró por la borda. Los 1,2 millones limpios que puso sobre la mesa el Real Madrid pesaron demasiado en la decisón final de Takefusa. Volvía a España pero para vestir la elástica del máximo enemigo.

El Camp Nou no perdona y así se lo hizo saber cuando piso el césped del feudo azulgrana en el partido de la primera vuelta. Pitada para Kubo que conoció de cerca la que pudo ser su afición. Ese día se llevó una manita y el ‘hattrick’ de Messi de vuelta para Mallorca. Él mismo reconoció que se merecía esos pitos: “Esa decisión es del público. Yo tomé mi decisión y ellos están en su derecho de pitarme, creo que lo merezco, aunque había gente que también aplaudía y eso me dio ánimos”, expresó tras el 5-2 en el Camp Nou.

Tras el parón y con 19 años recién cumplidos, el Barça se cruza de nuevo el próximo sábado en el camino del japonés. Su futuro por el momento no parece pasar por Concha Espina que ya le busca otra cesión. El Betis parecía ser el mejor colocado para hacerse con su servicios. Tiene este tramo final de temporada para demostrar su valía y conducir al Mallorca a la salvación. Lo que difícilmente logrará es el perdón del Barça y de la Masía.