Griezmann vuelve al escenario de su peor pesadilla

El 28 de mayo de 2016 siempre será uno de los días más tristes en la trayectoria de Antoine Griezmann. Tras hacer dos grandes eliminatorias ante Barça y Bayern en cuartos de final y semifinales, el francés consiguió con sus goles meter al Atlético de Madrid en una final de la Liga de Campeones por tercera vez en su historia. 

En Milán, el conjunto rojiblanco perdía 1-0 al inicio del segundo tiempo cuando Torres fue derribado por Pepe en el interior del área. Griezmann tomó la responsabilidad, pero mandó la pena máxima al larguero. El Atlético consiguió empatar minutos després el partido con un gol de Carrasco y acabar llevando el partido a la tanda de penaltis. Allí, el francés volvió a ser uno de los lanzadores y marcó, pero no acabó siendo suficiente para que su equipo lograra el título.

Este martes, Griezmann vuelve a San Siro por primera vez tras esa amarga noche que aún recuerda a través de su autobiografía. "Todavía me sigo sintiendo culpable por aquello. Si hubiera empatado, habríamos ganado el partido", confesó.

Las cosas ahora son muy distintas para el 'Principito'. El delantero está más asentado en el esquema de Ernesto Valverde y conecta cada vez mejor con sus dos socios en ataque, Messi y Suárez, y empieza a dar síntomas de ser ese Griezmann que maravilló en el Vicente Calderón y el Metropolitano. Esta noche, con la ausencia del crack argentino, quiere liderar el ataque azulgrana ante el Inter y quitarse, en cierto modo, la espina que llevaba clavada desde hace tres años.