Griezmann, a punto

Antoine Griezmann tocó el cielo en Lyon, donde se proclamó campeón de la Europa League liderando al Atlético de Madrid con una actuación que tuvo un inconfundible aroma de despedida. 

Cuatro años después de su llegada, el delantero francés dijo adiós al Atlético de la mejor forma posible, siendo decisivo en una final, alzando el título y logrando que tanto sus compañeros como los aficionados ya le echen de menos. No se despidió formalmente (repitió una y otra vez que no era el momento de hablar de su futuro), pero dejó muestras suficientes de que era su último servicio a la causa rojiblanca. 

Durante la celebración midió mucho sus gestos: estaba exultante, consciente de que había decidido la final gracias a sus dos goles, pero se cuidó de comprometerse con el Atlético más allá de esta temporada o de mostrar algún gesto de fidelidad al club. 

Casi todos sus compañeros se esforzaron en convencerle de que su sitio está en el Atlético, Simeone insistió en que el Atlético “no está tan lejos de otros clubes” y también el consejero delegado del club, Miguel Ángel Gil Marín, envió un mensaje a la desesperada, asegurando que Griezmann solo podría hacer historia si se queda en el Atleti.

Una decisión inamovible

Griezmann ha cumplido con la palabra que le dio a Simeone y ha rendido al máximo hasta el final, circunstancia que ayudará a aliviar su salida del Atlético a ojos de la afición: su relación con la grada del Wanda ha estado llena de altibajos (con silbidos incluidos), pero el título de la Europa League ha servido como reconciliación.

El jugador comunicará oficialmente su salida del Atlético la próxima semana: quiere ir al Mundial (Didier Deschamps le incluyó en la lista definitiva de Francia) conociendo su futuro. 

la postura del barça

A partir de ahí, todo dependerá del Barça: el club catalán decidirá cómo y cuando abona la cláusula del francés (100 millones de euros a partir del 1 de julio) y en qué balance económico incluye la operación, si en el ejercicio 2017-18 o en el 2018-19.