La Federación comunica a la Liga su 'no' al Girona-Barça en Estados Unidos

SPORT.es

La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha comunicado este viernes a la Liga de Fútbol Profesional (LFP) a través de una carta los motivos por los que se opone a que el Girona-FC Barcelona de Liga se juegue el próximo 26 de enero en Miami (Florida, Estados Unidos). 

La RFEF remitió una carta de su presidente, Luis Rubiales, a su homónimo de LaLiga Javier Tebas, en la cual comunicaba sus razones para no otorgar el permiso para que se lleve adelante este proyecto. La LFP necesita de la aprobación de la Federación para que se pueda jugar el partido en estas condiciones.

Rubiales no ha demorado su respuesta a pesar de que tenía hasta el 5 de enero de 2019 para pronunciarse y ha querido dejar clara la postura de la Federación en una carta que también ha remitido a la FIFA, que tampoco veía con buenos ojos esta iniciativa, junto a otro documento en el que comunicaba a ésta, de manera directa, su decisión de no autorizar el partido.

La RFEF cuestiona a la Liga el motivo de la elección del Girona-Barcelona. No es un asunto menor pues en la decisión federativa influyó que el Gobierno temiera las implicaciones políticas que se podrían derivar de la disputa de este encuentro en Miami. 

Desconocimiento

En la carta, la RFEF pide a la LFP que le informe sobre “el acuerdo firmado por esta última entidad para disputar partidos en Estados Unidos, del que se desconocen aspectos fundamentales como las obligaciones asumidas y si existe el consentimiento de los Estados Unidos, del que se desconocen aspectos fundamentales como las obligaciones asumidas y si existe el consentimiento de los actores y clubes implicados en la competición”.

La Federación también comunica a la Liga que ha pedido a la FIFA y a la UEFA que se pronuncien al respecto sobre “las posibles implicaciones que podría tener la decisión de autorizar este partido sobre la integridad y principios generales deportivos, además de posibles desequilibrios que se pudieran crear en otros territorios y si está en consonancia con las líneas estratégicas de esos máximos organismos deportivos internacionales”.

El marco jurídico y contractual

La RFEF busca “aclarar el marco jurídico y contractual de este acuerdo, las obligaciones asumidas y los derechos de cada una de las entidades afectadas por el partido, si existen ingresos complementarios para los clubes y si estos suponen un trato de favor económico frente a los demás”. Por otro lado, la Federación comunica que desconoce qué “órganos han autorizado este partido, tanto de la Liga como de los clubes” o si cuenta “con la unanimidad del resto de los clubes para hacerlo, y si dispone de la conformidad de los jugadores".

También hace una referencia a los socios de los clubes y aficionados en general, así como a los contratos por los derechos audiovisuales, al estimar que “la modificación del lugar del encuentro podría afectar tanto a los derechos de los abonados como a los derechos audiovisuales.

Finalmente, apunta que autorizar la disputa del partido en Estados Unidos “puede modificar las normas de la competición y las condiciones de igualdad que deben cumplirse en todo momento”. También se incide en que “el resto de equipos pueden verse favorecidos o perjudicados por esta circunstancia”.