"El FC Eindhoven no existe"

El ‘The Little One’ es el pub más pequeño de Eindhoven. A penas 25 metros cuadrados de local. Allí se reúnen, antes de los partidos que el PSV juega en el Phillips Stadion, algunos (pocos) aficionados para tomar una cerveza, o las que haga falta, antes de dirigirse al estadio, con capacidad para 35.000 aficionados. A pocos metros, una calle llena de bares acoge al resto. Todos, pese al frío y la lluvia, lucen la camiseta rojiblanca de su equipo.

La pregunta es: ¿hay alguien más en Eindhoven? La respuesta es contundente: “No, en Eindhoven todo el mundo es del PSV, los del FC Eindhoven nunca llenan su estadio. A penas van unos 2.000. Y son personas grandes que salen a tomar una cerveza y luego van a ver el partido. Siempre los viernes”, asegura Ruud, propietario del ‘The Little One’, un bar mítico, inaugurado en 1684, una preciosidad. Un tesoro en el camino. El Jan Louwers tiene capacidad para 4.600 espectadores, así que no llegan a media entrada, "nunca hacen el 'sold out'", apunta Ruud. 

En frente está el O’Sheas, que como su propio nombre indica, es un pub irlandés, de los de toda la vida. Allí está sentando Lukasz, un chico polaco que ha venido de Polonia para ver el Barça envuelto en una bufanda con los escudos de ambos equipos. No tiene ni idea de lo que es el FC Eindhoven, club más antiguo que el PSV y que, en la década de los 40 y principios de los 50, llegó a ser más fuerte que la entidad nacida de la Phillips.

Sus aficionados son los más viejos del lugar y, según explica Armin, “no existen”. El FC Edinhoven no juega en la Eredivisie desde 1977, poco más de medio siglo después de que el PSV ascendiera a Primera. El ascenso de un club ha sido inversamente proporcional al descenso del otro, asi que el ‘Lichstad Derby’, el derbi de la ciudad de la luz, hace muchos años que dejó de existir a nivel oficial. Lo juega, de hecho, el primer equipo del FC Eindhoven y el segundo, el Jong PSV, en la Eerste Divisie. También lo jugaban, casi como algo folclórico, los dos primeros equipos en pretemporada, para mantener las formas, la tradición. “Pero desde hace un par de años que ni eso”, apunta Ruud.

Pese a todo, la relación entre ambos es de interés, la rivalidad va a menos y el PSV no deja de ceder futbolistas al FC Eindhoven para que crezcan. Algo que agradecen ambas entidades. No lo ven igual los más viejos del lugar, esos aficionados veteranos del club más veterano, nacido en 1909, cuatro años antes que el PSV. Creen que aceptar jugadores del eterno rival, por decir algo, les convierte en el equipo pequeño, cuando ellos, en la década de los 50 dominaban la ciudad de la luz.