El día que la cantera cobró todo el protagonismo

Hace 30 años, el 9 de septiembre de 1984, el equipo Amateur del FC Barcelona tuvo la responsabilidad de ganar dos puntos contra el Zaragoza en el Camp Nou. Los profesionales se declararon en huelga y fueron los jóvenes talentos del Mini los que tuvieron que representar al primer equipo en la segunda jornada de la Liga 1984-85. Y dieron la cara. Ganaron 4-0 al conjunto aragonés y mantuvieron el liderato, logrado por los mayores el anterior fin de semana después de golear 0-3 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. SPORT contactó con algunos de aquellos héroes de 1984 para revivir uno de los episodios más relevantes vividos por la cantera barcelonista.

El entrenador del primer equipo, el inglés Terry Venables, dejó libertad absoluta a Lluís Pujol, entrenador del Amateur, pero antes de que el equipo saliera del hotel hizo su habitual charla técnica. Lo recuerda Miguel Retuerto, centrocampista de aquel equipo que congregó a unos 25.000 espectadores en el coliseo barcelonista la tarde del domingo 9 de septiembre de 1984. "Fue un partido especial porque nos concentraron, algo que no teníamos por costumbre... Nos agobiamos un poco tantas horas allí. No había 'play', ni móviles. Recuerdo que Terry nos dio la charla. También estaba Pujol, claro. Nos dirigió pocas palabras, pero sí nos dio muchos ánimos. "Chavales, tranquilos, no pasa nada. Tenéis que jugar como siempre y las cosas saldrán bien. El público os animará", dijo".

Antonio Padilla, el capitán, rememora que "después de la charla, el equipo estaba muy arriba, animado, con ganas de jugar. Otra cosa fue cuando saltamos al campo... Yo jugaba de lateral por la derecha y recuerdo que la banda no se acababa nunca...". Padilla, que entró en el fútbol base a los 12 años, mantiene que "echamos los dientes allí, con Clos, Calderé, Milla, Lobo...". El fútbol lo llevó después a Andorra, Balaguer (vivió un ascenso a Tercera) y Alcarràs. Ahora, después de trabajar como entrenador y veterinario, entre otras ocupaciones, está en el paro. "Son otros tiempos", dice, a la espera de regresar al ring para seguir peleándole a la vida.

El Barça, con dos goles en cada mitad, se hizo con los dos puntos y dejó muy buenas sensaciones. Las tuvo también Jordi Duran, el único jugador que participó saliendo desde el banquillo. Recuerda que "por aquel entonces estaba haciendo el servicio militar y, cuando volví al cuartel, querían meterme en el calabozo... El suboficial al mando era del Zaragoza. Pero llamé al  Barça y, por fortuna, todo quedó solucionado". Este interior derecha, iniciado en el Palou de Granollers y el Canovelles, llegó al Barça y, después de recorrer las categorías inferiores, ascendió al filial, donde jugó las temporadas 1987-88 y 1988-89, pero las lesiones se cebaron en él. Pasó por el Manlleu y el Rubí pero, ya sin motivación, dejó el fútbol. Hoy es empresario. Conserva el reloj que el Barça regaló al equipo por aquella victoria: "En el reverso grabaron la fecha y el resultado".

Retuerto agrega que "era de la marca Seiko". También recuerda que "nos dieron un vale canjeable en El Corte Inglés". No tuvieron prima económica. Iniciado en el San Gabriel, después de pasar por el Barça jugó en el Gandía, Palamós, Sant Andreu y Santboià. Hoy tiene una gestoría. Interior con mucho fuelle y buena técnica, siempre fue titular en todos los equipos que jugó.

Ese grupo se fue viendo con regularidad, pero hoy han perdido el contacto. La distancia, el trabajo... Falta el malogrado Manuel Lobo, un delantero dotado de una gran habilidad y del que siempre se habló como candidato a dar el salto al Camp Nou. Un tumor cerebral se lo llevó en agosto de 1997 con solo 33 años.

Aquel Barça, que sumó "dos puntos que tuvieron su peso para ganar la Liga", como recuerda Padilla, lo formaron Francisco Abellán; Antonio Padilla (capitán), Juan Carlos Carreras, José Miguel Aranda, Alejandro Bueno; Miguel Retuerto, Luis Milla, Cristóbal Sánchez; Francisco López López, Manuel Lobo y José Antonio Martín Domínguez. En el minuto 75 Jordi Duran entró por Cristóbal Sánchez. En el banquillo quedaron Font (portero), Endrino, Raigón y Lluís. Los goles llevaron la firma de Milla (18), Lobo (23, de penalti), Bueno (60) y Martín Domínguez (70).

Arbitró José Merino González (Las Palmas), que expulsó a los visitantes Aldea (25) y Mayor (87).