Casquete, empeñado en situar al Badalona en la elite

El actual presidente del CF Badalona espera poner la piedra del próximo estadio municipal en breve

La situación del fútbol badalonés sería ahora muy diferente de no haber aparecido en su día la figura de Fermín Casquete, el actual presidente del CF Badalona. Fundador en 1989 del Badaloní, del que fue su entrenador durante seis temporadas, Casquete fue el gran impulsor de la histórica fusión entre los dos clubs badaloneses en 2002 que ha permitido crecer al CF Badalona a nivel económico, social y deportivo.

Antes de que Casquete asumiera la presidencia en septiembre del 2001 gracias a su ajustada victoria en las urnas, el club escapulado tenía poco más de doscientos socios y arrastraba una deuda de más de un millón de euros. La situación del CF Badalona es ahora muy diferente. Sus más de tres mil socios y el convenio firmado con el Ajuntament de Badalona para la construcción de viviendas en los terrenos que ahora ocupa el Camp del Centenari le permiten mirar al futuro con optimismo.

El propio Casquete adelantó hace unos días que a principios del año próximo se pondrá la primera piedra del nuevo estadio municipal de Montigalà, que se convertirá en el nuevo hogar de los escapulados. Su sueño es llevar por vez primera la Primera División a Badalona.

Nacido en Tordehumos, un pueblo de la provincia de Valladolid, Casquete llegó a Badalona durante la década de los setenta por su vinculación con el sindicato UGT, que con el paso de los años le ha convertido en una persona con una gran influencia dentro de la agrupación local del PSC.

Casquete formó parte del grupo de trabajadores que en 1985 crearon la empresa TUSGSAL, una Sociedad Anónima Laboral que se dedica al transporte urbano -gestiona el servicio nocturno de autobuses de la mayor parte del área metropolitana- y que actualmente cuenta con más de 500 trabajadores.

Gracias a TUSGSAL, de la que es gerente, Casquete pudo fichar durante su etapa como técnico del Badaloní a jugadores de categoría superior, a los que ofrecía un puesto de trabajo en la empresa. Eso facilitó que en sus seis temporadas en el banquillo, el Badaloní lograra cinco ascensos y pasara de jugar en Tercera Territorial a Tercera División. Fue también TUSGSAL quien se hizo cargo de la hipoteca que pesaba sobre el campo del Badalona. De ahí que no resultara extraño que años más tarde Fermín Casquete ganase las elecciones a la presidencia del Badalona tras apostar de forma decidida por la fusión de los dos clubs.