El Barça se busca en Wembley

"Queremos demostrarnos a nosotros mismos que somos muy buenos”. Rakitic dejó entrever, ayer, con sus palabras una verdad incómoda. El Barça ha perdido vigencia en Europa en los últimos años. De ahí que necesite reivindicarse en un estadio como Wembley. “Un escenario increíble”, en palabras de Valverde. “Puede que el estadio más bonito para jugar al fútbol”, según Rakitic. 

Más aún tras unas jornadas desconcertantes en la Liga con solo dos puntos de nueve. No se trata ya solo de buscar una reacción para despejar las dudas. El equipo necesita reafirmarse ante un rival de entidad como el Tottenham y encontrarse en Europa. Wembley, un estadio con el que el Barça mantiene una relación especial desde aquel imborrable 20 de mayo de 1992,  aparece como un contexto inmejorable.

Pocos estadios están tan ligados a la liturgia del fútbol y tan conectados a sus inicios. Lo recordó Guardiola en los prolegómenos de la final de 2011 cuando se apropió de la famosa cita ‘Football is coming home’. El estribillo del tema de la banda The Lightning Seeds. “Como dice la canción el fútbol vuelve a casa”, respondió haciendo guiño a los ingleses.

Un Barça por definir

El Barça se mide al Tottenham inmerso en un debate sobre el juego y el sistema. Valverde recuperó el 4-3-3 esta temporada tras aferrarse a la solidez del 4-4-2 en su primer curso. Seguramente buscando una evolución (también una versión más imprevisible del equipo).

Pero con un resultado irregular: el Barça es ahora un equipo más largo y con una estructura defensiva deshilvanada. El esqueleto del equipo se ha visto afectado y varios jugadores han salido perdiendo.

El caso más evidente es el de Rakitic, que más alejado de Busquets y muy exigido en el repliegue por la presencia de Messi, aún está lejos del nivel de la temporada pasada.  Hoy, a partir de las 21.00, se esperan retoques de Valverde con Dembélé en el punto de mira. 

Todo apunta a que Valverde prescindirá del francés, mantendrá a Coutinho en el once, y dará entrada a Arturo Vidal para mejorar el equilibrio del equipo. Una de las opciones que maneja el técnico es recurrir al 4-4-2, o como ya hizo en algunas fases del partido ante el Athletic, a un 4-2-3-1.

Enfrente se medirá a un equipo vertiginoso. A un Tottenham que tratará de imponer el ritmo Premier que tan bien definió en su día Gullit. “El fútbol es como un coche. Tienes que manejar las cinco velocidades. El problema con los equipos ingleses es que siempre quieren conducir en cuarta o en quinta”.

También estará Pochettino, el mismo que en su etapa como futbolista tuvo una salida traumática del Espanyol con Valverde en el banquillo perico. El Barça se buscará esta noche en Wembley, territorio para soñar, en busca de esa copa “tan linda y deseada” como anunció el ‘10’.