El Barça vivió en 1931 su peor pesadilla en San Mamés

Llorens, guardameta del FC Barcelona, lanzándose a los pies de Bata

Llorens, guardameta del FC Barcelona, lanzándose a los pies de Bata / Archivo

David Salinas

David Salinas

En la historia de los Athletic Club - FC Barcelona de Liga se almacena un marcador inverosímil: 12-1. Ese día, domingo 8 de febrero de 1931, el cuadro rojiblanco humilló al azulgrana en San Mamés.

La prensa catalana de la época, la más punzante e irónica, Xut!, llegó a publicar la defunción del Barça en su portada del 10 de febrero: “El venerable y ejemplar FC Barcelona (…) entregó su alma a la posteridad a la temprana edad de 32 años (…)”. Han pasado más de 86 desde esa debacle, pero el 12-1 sigue vigente: es la mayor goleada de la historia de la Liga. La pesadilla no se evapora.

¿Qué sucedió para que se diera semejante ruina? Los periódicos de la época dieron las claves: el partidazo de un Athletic pletórico; la puntería de Bata (siete goles); las lesiones de Martí (en una melé dentro del área, con 2-0, chocó contra un poste y se lastimó un brazo y la cabeza. No reapareció) y Roig, que pese a seguir sobre el terreno de juego, quedó inutilizado a partir del 8-1; el mal estado del terreno de juego (había llovido en la víspera) y, claro, el papel realizado por el FC Barcelona, a juicio de los algunos cronistas falto de contundencia e intensidad para no ensuciar su etiqueta de equipo deportivo y limpio.

Lo que dijo la prensa

Claro que, ante semejante goleada, algo tuvo que decirse del guardameta… Y así fue. Ramon Llorens fue masacrado, especialmente por los medios barceloneses. Así, La Rambla de Catalunya, en su edición del 9 de febrero, dijo: “Llorens es el absoluto culpable del gol número cinco. Y otro error de Llorens, a los 38 minutos, dio lugar al sexto”.

En La Veu de Catalunya tampoco hubo piedad para el cancerbero: “Llorens no ha intentado siquiera detener los tres últimos goles”, refiriéndose al cuarto, quinto y sexto.

En El Diluvio, más palos: “Un centro de Lafuente, al rematar un pase de Iraragorri, lo deja pasar Llorens lamentablemente, y a los treinta y ocho minutos otro fallo del meta barcelonista da lugar al sexto gol”. Al final del partido Llorens no pudo contener las lágrimas. Se fue llorando del terreno de juego, aunque ovacionado por el público de La Catedral.

'piernas caídas'

Pero hubo algo más… Algo que no se comentó abiertamente en los periódicos pero flotaba en el ambiente. Desde hacía un tiempo la plantilla azulgrana mantenía un férreo pulso con la directiva presidida por Gaspar Rosés, a la que reclamaba mejores condiciones económicas.

Las diferencias entre unos y otros llegaron a tal punto que se habló de huelga de 'piernas caídas' en San Mamés como medida de presión. Lo cierto es que hubo algunos jugadores, caso de Mas, que no se desplazaron a Bilbao exponiendo, por escrito, “determinados motivos” para no viajar. Tampoco lo hizo la estrella del equipo, Samitier, por una lesión que se puso en duda…

En cualquier caso, el Athletic consumó la venganza. “La venganza al cuadrado”, como tituló el periodista Jon Agiriano cuando rememoró el partido en las páginas de El Correo en marzo de 2000. Y es que en el encuentro celebrado en Les Corts, en la jornada inaugural de la Liga 1930-31, el FC Barcelona ganó al Athletic Club 6-3.

En San Mamés los discípulos de Mr. Pentland doblaron el daño recibido para que el Barça lo experimentara con toda la crudeza. Años después, el 10 de marzo de 1991, el equipo azulgrana pudo pasar factura al Athletic, aunque solo cobró el 50 % de la misma: ganó 0-6 en una tarde memorable del rebelde Stoichkov, autor de un póker. La otra mitad todavía sigue aplazada.