MÁLAGA, 0 - BARÇA, 0

El Barça encalla en el arenal de la Rosaleda

El Barça sufrió su primer tropiezo de la temporada al empatar sin goles en La Rosaleda. No tuvo la chispa ni los recursos que había eshubido hasta ahora en el campeonato

Ivan Rakitic se lamenta en un momento del Málaga-Barça de la Liga

Ivan Rakitic se lamenta en un momento del Málaga-Barça de la Liga / sport

JUAN MANUEL DÍAZ

El Barça sufrió su primer tropiezo de la temporada 2014-15 al empatar sin goles en La Rosaleda ante el Málaga. Espeso, perjudicado por el mal estado del césped, pero sobre todo sin puntería, los blaugrana dejaron escapar los dos primeros puntos.

Luis Enrique sigue decidido, al menos en este inicio de temporada, a contar con todos los futbolistas de los que dispone y dio entrada al único jugador que restaba por debutar, el brasileño Douglas, que no tuvo un estreno lucido. De hecho, el técnico relevó a toda la defensa con la excpeción de Jordi Alba devolviendo al eje a Jordi Alba y Gerard Piqué.

En cambio, dejó intactos el centro del campo y la delantera respecto al equipo que se impuso al Levante en el último desplazamiento a Valencia en la cuarta jornada (0-5).

UN MÁLAGA REPLEGADO

El Barça se encontró con un Málaga cobijado en su área, que había prescindido de su delantero de referencia en el ataque, el veterano tanque Roque Santa Cruz, para situar dos líneas ordenadas por delante de N'kono. Así intentaba cerrar todas las líneas de pase interiores a los blaugrana y cederles las bandas.

El precio que pagó el equipo de Javi Gracia fue que apenas llegó en un par de ocasiones a la portería de Claudio Bravo en estos cuarenta y cinco minutos. A los ocho minutos de juego, Amrabat realizó un disparo blando que blocó sin problemas el meta chileno del Barça. Diez minutos después, era el propio Amrabat quien se iba de Bartra y centraba al área para el disparo de Darder, sin mucha puntería.

DIFICULTAD PARA GENERAR FÚTBOL

Sin problemas en defensa, el Barça se empeñó en intentar generar fútbol de ataque para vencer el dispositivo defensivo malaguista. Con los laterales muy adelantados, dejando que Neymar y Messi se asociaran en cualquier zona del ataque, los blaugrana no tuvieron sin embargo el ritmo de otras ocasiones.

El primer handicap, más allá de la apuesta ultradefensiva del Málaga, fue el estado del terreno de juego; muy blando y lento, aún dificultó más el juego barcelonista.

Douglas recorrió el carril derecho pero no tuvo la claridad necesaria para generar peligro; en cambio, Jordi Alba sí que supo encontrar el 'tempo' para aparecer por la izquierda y centrar con peligro. De las botas del internacional de l'Hospitalet nacieron las dos mejores ocasiones del equipo.

La primera a los 26 minutos, que finalizó con un remate de Messi con el pecho; la siguiente, a los 43 minutos cuando su centro a media altura llegó al poste contrario pero Leo Messi no llegó a tocarlo. También fue del argentino el primer disparo del Barça, en una falta directa en la frontal de área que no tuvo consecuencias.

MUNIR-SANDRO

Pareció que el Málaga cambiaba su guión en el inicio del segundo tiempo. Tras conseguir que el juego del Barça se ralentizara, en estos minutos presionó más arriba e intentó forzar continuas faltas laterales por parte de los blaugrana para explotar una de sus especialidades, las jugadas de estrategia a balón parado.

El Barça estuvo espeso y desorientado en el primer cuarto de hora tras la reanudación. Marc Bartra tuvo en el minuto 61 el 0-1 al rematar de cabeza un córner lanzado por Rakitic. Pero ni el juego ni la intensidad del equipo eran las que esperaba Luis Enrique, y apostó por un doble cambio. Sandro y Munir entraron Pedro y Neymar. 

BRAVO BRAVO

El Málaga dio relevo al veterano capitán Duda por Luis Alberto y siguió apretando al Barça. Una larga jugada de ataque del cuadro andaluz finalizó con un disparo desde fuera del área de Rosales, afortunadamente sin la puntería suficiente. Pero un par de minutos después, Luis Alberto puso en serios aprietos a Claudio Bravo. Douglas encadenó dos errores que le costaron ser sutituido, al perder un balón en el centro del campo y tumbar a Luis Alberto en el lateral del área barcelonista. De ahí nació la ocasión más clara del Málaga, un lanzamiento de falta que Claudio Bravo despejó con apuros pues el balón se estrelló en el poste (70').

Luis Enrique, que se daba cuenta de que su equipo estaba encallado en el arenal de La Rosaleda, dio entrada a Adriano por Douglas e hizo que Sandro y Munir intercambiaran las bandas. El equipo subió las revoluciones pero sin la claridad necesaria en los últimos metros.

Los nervios llegaron y hubo un encontronazo entre Messi y Weligton que agredió al blaugrana. Hernández Hernández lo arregló con tarjetas amarillas para el defensa malaguista y para Piqué, que se encaró con él.

SIN PÓLVORA

El problema es que el Barça era incapaz de disparar entre los tres palos de la portería de Kameni en todo el partido y sus únicos remates llegaban en los córners por medio de Piqué y Bartra.

Sin la verticalidad de Rakitic, sin los slaloms de Messi o Iniesta, el Barça no tuvo circulación pero tampoco la chispa de otras ocasiones y acabó enredado en la maraña del Málaga, resignado a su poca inspiración.

Así, con una sorprendente falta de chispa y de recursos, llegó el Barça hasta un empate que dejó desencantado al equipo y al barcelonismo. Ya no es líder en solitario -ha 'llegado' el Sevilla- y toca hacer balance rápido porque el sábado llega el Granada al Camp Nou.