En 1959 el Barça-Sevilla 'duró' 45 minutos

Kubala y Czibor, dos de los protagonistas de la goleada del Barça al Sevilla (5-0) en 1959

Kubala y Czibor, dos de los protagonistas de la goleada del Barça al Sevilla (5-0) en 1959 / ANTONI CAMPAÑÀ

David Salinas

David Salinas

La tercera visita del Sevilla al Camp Nou, el domingo 11 de octubre de 1959, hace 60 años, pasó a la historia como “el partido de un solo tiempo” o “el partido de 45 minutos”. El equipo de Helenio Herrera entró como un ciclón sobre el de Lluís Miró (ex guardameta azulgrana campeón de Copa en 1942) y le bastó una mitad para sentenciar el duelo (5-0) y asegurarse los dos puntos.

El envite tuvo lugar antes de un compromiso de la selección española  que, como ahora, luchaba para estar en la primera Eurocopa (1960), cuya fase final se disputó en Francia. El calendario ha querido que se viva la misma situación dado que, después del partido de mañana, las selecciones tomarán el protagonismo y, como 60 atrás, para luchar por la Europa, ahora la de 2020.

El Barça-Sevilla que nos ocupa fue el partido oficial número 45 en el Estadi. Empezó a las 16.15 horas y se enmarcó en la quinta jornada de la Liga 1959-60. Los hombres de H.H. eran líderes con 6 puntos y los de Miró penúltimos con solo 2. El duelo fue un monólogo del Barça, que sentenció por la vía rápida. Kubala, en el minuto 10, al transformar una falta que le habían cometido sobre la frontal, inauguró el marcador.

En el minuto 20, otra vez Kubala, de penalti, estableció el 2-0. En el minuto 29 fue Czibor quien marcó el 3-0 de un disparo raso y duro al ángulo y, en el 40, otra vez el extremo húngaro se apuntó el 4-0, después de aprovechar una asistencia de Kubala. En la recta final del primer periodo el paraguayo Eulogio Martínez, tras recoger un rechace del meta Mut a disparo de Czibor, hizo subir la ‘manita’ de goles al marcador.

Trámite

En el segundo tiempo apenas pasó nada. El público del Camp Nou se aburrió de lo lindo y achacó la ‘pasividad’ de los jugadores al hecho de que, tres días después, el miércoles 14 de octubre, la gran mayoría de ellos tenían partido con España.

El seleccionador nacional era Helenio Herrera (dependía del Comité Técnico, integrado por José Luis Costa, José L. Las Plazas y Ramón Gabilondo) y debido al excelente estado de forma de sus jugadores, el Mago confiaba en el bloque azulgrana para asaltar el cetro continental. De hecho, España, que era prácticamente el Barça, era la favorita para el título.

Herrera se hizo el ‘sueco’ cuando le cuestionaron el bajo nivel exhibido por sus discípulos en el segundo tiempo: “Con un 5-0... ¿quién es el jugador que se mata? El miércoles hay partido internacional y eso va a ser para nosotros una temporada intensísima. Nada por lo tanto de baja forma por lo que ha dado de sí la segunda parte del partido”.

Sobre la primera, en declaraciones a Vida Deportiva, comentó que “fue un primer tiempo futbolístico Barcelona cien por cien el que hundió al Sevilla. A este ritmo no hay equipo capaz de frenarnos”.

Justo Tejada, extremo azulgrana, no se mordió la lengua y verbalizó los defectos mostrados por el equipo en el segundo tiempo: “individualismo y lentitud”. Miró, por su parte, no tuvo más remedio que rendirse a la efectividad del Barça: “Hizo un magnífico primer tiempo, profundizó y maniobró de manera perfecta”.

Pitados en Chamartín

Helenio alineó a ¡ocho jugadores! del Barça en el España-Polonia del miércoles 14 en Chamartín: Ramallets, Olivella, Gracia, Segarra, Gensana, Tejada, Kubala y Luis Suárez. Completaron el once Garay en la zaga y Di Stéfano y Gento en ataque. Pese a ganar 3-0 y avanzar a los cuartos de final (España también había ganado en Polonia, 2-4), el combinado nacional fue abucheado por el público madrileño.

Obviamente, la presencia masiva de representantes del Barça no gustó, de ahí el maltrato a la nutrida colonia azulgrana. La bronca fue histórica y no se pudo ocultar. ‘Marca’, por ejemplo, escribió que “el público extremó la censura hacia el juego de algunos componentes de la selección” y “se aplaudió las buenas fases de juego del contrario”.

H.H. estalló: “Es dífícil, muy difícil, jugar contra la hostilidad del público”. También Di Stéfano: “El público, sin apoyarnos absolutamente nada, quería seis goles”. En cuartos el rival era la URSS, pero la Delegación Nacional de Deportes (DND), tras recibir órdenes de altas instancias, retiró a España por cuestiones políticas.