Saras ya 'contagia' al Barça

La victoria del miércoles ante el CSKA Moscú (81-73) con una espectacular remontada en el último cuarto debería servir como punto de inflexión para un equipo que demostró que puede igualar a quien sea en intensidad sin perder sus señas de identidad.

En una situación límite tras el festival de triples del exbaskonista Voigtmann en el tercer cuarto, el Barça se aferró a su mejor defensa para borrar de la pista a un cuadro moscovita desquiciado por las lesiones y los sinsentidos del caótico Itoudis.

Una vez más, Mirotic se echó el equipo a sus espaldas en los peores momentos sin olvidar el gran trabajo de un Jokubaitis que sigue creciendo y los puntos de Kuric en el segundo cuarto. De todas formas, la clave de la victoria estuvo esta vez en los banquillos.

‘enfant terrible’

En el primer cuarto, Saras protestó airadamente un error arbitral e incluso se metió unos metros dentro de la pista. Recibió una técnica y hasta alguna amenaza de descalificante.

Pese al pésimo porcentaje exterior de los rusos en la primera parte, el Barça no estaba cómodo y se sucedían las broncas en el banquillo. Jokubaitis y un Laprovittola en gran forma se llevaron dos de las más notorias.

Y en el momento más delicado (51-61), el lituano obtuvo de su equipo lo que le viene reclamando con vehemencia, una intensidad y una actitud a prueba de bombas con la que este grupo sería capaz de todo.

Incluso recurriendo a una premisa que ha encumbrado a algún técnico balcánico, esa que apela a hacer 50 faltas y a esperar que no se señalen todas (ni mucho menos).

Con una defensa presionante que incluso provocó una pérdida por no traspasar el campo defensivo en ocho segundos, el Barça maniató al cuadro ‘armeitsi’ en un último cuarto que debe ser el modelo a partir de ahora. Con esa garra, no habría equipo capaz de superar al actual subcampeón de Europa.

Okobo, el ‘enemigo’

Con esas buenas sensaciones y sin tiempo para saborear el triunfo, el Barça afronta este viernes a las 21.00 horas una visita muy complicada al ASVEL Villeurbanne con el recuerdo del 80-68 del curso pasado con 17 puntos de David Lighty y 14 de Norris Cole (ahora en Unicaja) y solo 7 del madridista Guerschon Yabusele.

De hecho, teniendo en cuenta que el duelo de la campaña 2019-20 se suspendió por el Covid y la larga ausencia gala de la Euroliga, los azulgranas no ganan en esta pista desde el 7 de enero de 2010 (64-90).

Los galos, que vienen de plantar cara el martes al Madrid para terminar cayendo por 74-87, cuentan con el máximo anotador de la Euroliga en las diez jornadas disputadas.

Es Elie Okobo, un escolta galo de 24 años y 1,88 que jugó 108 encuentros en los Suns de la NBA en los dos últimos cursos. Promedia 19,90 puntos y es el tercero más valorado con +19,60 por partidos, por detrás de Mirotic (22,1) y del madridista Tavares (20,56).

No estará por culpa del coronavirus uno de sus referentes interiores, el estadounidense Dylan Osetkowski, un ala-pívot de 2,06 metros procedente del Göttingen. Tampoco jugará por este motivo Marcos Knight, quien se une a las ausencias por lesión de Victor Wembenyama, Raymar Morgan y el 'extaronja' Antoine Diot.