El gran hundimiento blanco

Apenas habían pasado unos minutos en el primer cuarto en la pista del Zalgiris cuando un tiempo muerto de Pablo Laso dio importantes pistas sobre la creciente depresión en la que anda sumido el Real Madrid.

“Si no queréis jugar, decídmelo y no me llevo este mal rato”, espetó el vitoriano a sus jugadores antes de que el primer tiempo acabase 18-11. El segundo clasificado de la Euroliga aguantó el tipo en el segundo para caer humillado por 68-47 ante el colista del torneo.

El caso es que la traumática derrota ante el Barça en la final de la Copa del Rey dejándose remontar un 21-5 queda casi en anécdota ante el pésimo momento que viven los blancos desde comienzos del mes de enero. ¿Los motivos de estas horas bajas? Pues son varios.

La “falta de energía” que denunció Laso tras caer en Kaunas se remonta quizá a lo que sucedió en el equipo en diciembre, cuando las bajas por covid se sucedían y el carácter ganador del míster alavés le llevó a pelear por la victoria en todos los partidos. 

Para el recuerdo quedará el triunfo europeo con 10 ausencias y plagado de jóvenes ante el caótico CSKA de Itoudis por 71-65. Sin embargo, la falta de recambios obligó a Laso a cargar demasiado de minutos a pesos pesados como Walter Tavares, Sergio Llull, Rudy Fernández e incluso un Nigel Williams-Goss que no está cumpliendo las expectativas.

A lo largo de la temporada, el Madrid ha recuperado a tres jugadores que desempeñan un rol parecido en las posiciones tres-cuatro como son el argentino Gabriel Deck tras su regreso de los City Thunder de la NBA y los lesionados Anthony Randolph y Trey Thompkins, lo que ha motivado la marcha del joven Tristan Vukcevic al Partizan de Obradovic.

Además, la grave lesión de un Carlos Alocén y la irregularidad de Williams-Goss ha dejado el puesto de base en una situación límite y de ahí la exhibición de Laprovittola en la final copera. Además, Sergio Llull está más cómodo de escolta, Núñez sigue ‘verde’ y Abalde tampoco es base... pero es el mejor. ¿Llegará la hora de Adan Hanga de 'uno' como sucedió en el Barça?

El parón por los partidos internacionales de clasificación para el Mundial de 2023 dará un pequeño respiro al Real Madrid, que tendrá varios días para recargar las castigadas baterías y corregir desajustes en entrenamientos sin la necesidad de enlazar partidos como sucede casi todas las semanas.

Así las cosas, el siguiente compromiso para los blancos debería tener lugar el próximo viernes a domicilio ante el CSKA Moscú, aunque ya es seguro que en ningún caso tendrán que visitar tierras moscovitas al anunciar ayer la Euroliga que los tres equipos rusos disputarán sus encuentros como locales en pistas neutrales por el conflicto armado que ha desatado Rusia con Ucrania.

Dos días después, el Madrid recibirá en el WiZink a un Bitci Baskonia que sigue sin dar con la tecla y que acaba de ver la Copa del Rey por televisión. Y la siguiente semana, tres partidos con el Estrella Roja y el AX Armani Olimpia Milano como rivales en la Euroliga y el Hereda San Pablo Burgos en la Liga Endesa.