Un KO doloroso en la Copa aunque todavía hay esperanza

El Barça encara el momento determinante de la temporada con una dolorosa y también inexplicable eliminación en los cuartos de final de la Copa ante Unicaja, que no invita al optimismo de lo que puede ocurrir de ahora en adelante.

Aunque, como siempre se dice, las notas hay que ponerlas a final de temporada y a este equipo que ahora mismo vive un momento de desánimo y decepción, como al resto de la afición culé, todavía le queda luchar por dos grande competiciones, la Euroliga y la Liga Endesa.

El hecho de estar bien situados en ambas es un buen presagio, aunque entonces llegará el momento de definir el trabajo, y es ahí donde los azulgrana tendrán que ofrecer otra cara completamente diferente o el proyecto se hunde a las profundidades de manera rápida.

Saras se autoinculpa

Jasikevicius reconoció la culpabilidad de él mismo y de su staff en la sorprendente derrota ante un equipo claramente inferior como Unicaja, el problema es que estas derrotas vienen sucediendo de manera habitual y eso el Barça no se lo puede permitir.

El duelo ante los malagueños estuvo controlado prácticamente durante todo el encuentro, con algunas ventajas que llegaron a los 13 puntos, pero a la hora de cerrar el encuentro, el equipo se empequeñeció, empezando desde la banda, y ya no supo crecerse ante la desesperación del rival al que todo le salió bien, con un Brizuela especialmente inspirado.

Dio la sensación de que el equipo azulgrana era incapaz de dar un golpe sobre la mesa cuando llegó el momento complicado del duelo, y se dejó llevar por las ganas y la ilusión del rival, en lugar de sacar el genio y poner las cosas en su sitio.

Tiro libre mortal

Laprovittola, un seguro de vida en los tiros libres, erró el más importante, cuando se decidía el partido, y eso da que pensar de lo maniatado que se siente el equipo cuando le ponen contra la pared. Y eso es tarea del equipo técnico de dar la confianza a sus hombres cuando la necesitan.

Saras todavía puede recoser lo sucedido en Badalona, aunque no hay mucho más tiempo para probaturas o cambios de sistema. Solo hay un camino para llegar a la cima, saber sufrir cuando toca , pero también rematar los partidos cuando están en la mano, y eso, hasta el momento, está resultando tremendamente complicado.

Ahora las heridas en el equipo son grandes, pero toca recomponerse y seguir en la lucha por esa ansiada Euroliga y recuperar el trono en la Liga Endesa.

Pero ocurra lo que ocurra, lo que el aficionado pide es que el equipo trasmita buenas sensaciones. Eso es lo que no sucedió cuando el partido se decidía en el Olímpic y el resultado es que la Copa ya es historia para el Barça y tocará seguirla por televisión.