Pesic recupera la ilusión

Navarro, capitán del Barça, celebra el triunfo copero

Navarro, capitán del Barça, celebra el triunfo copero / EFE

Ramon Palomar

Ramon Palomar

No hay duda de que la llegada de Svetislav Pesic al banquillo blaugrana hace apenas diez días trasciende del tradicional cambio de entrenador cuando los resultados no acompañan. Su regreso al club azulgrana trece años después supone una ventana de aire fresco para un equipo que parecía totalmente bloqueado y que ha renacido de las cenizas dándole  el primer título de la temporada con la Copa del Rey. Una transformación que habla de la personalidad y carácter del serbio de 68 años, que ya se ha erigido en la imagen de la ilusión y el éxito de la sección blaugrana. Estas son algunas de las claves:

1. Más autonomía dentro de la pista

Consciente de que su equipo estaba totalmente bloqueado bajo el influjo de Sito Alonso, en sus pocos días de trabajo al frente del equipo tuvo clara una cosa: tenía en sus manos una plantilla con suficiente calidad como para dar más autonomía a sus jugadores sobre la pista y no estar tan encorsetados en sistemas de juego,  en los que a menudo se perdían. Uno de los grandes beneficiados es el base Thomas Heurtel, que parece otro director de juego, y que le llevó al MVP en la reciente Copa del Rey. Los jugadores se sientes liberados y les pide que demuestren la calidad que tienen.

2. De la tensión total a “buscar la felicidad”

Con el objetivo de que sus jugadores den el máximo sobre la pista, una de las primeras consignas de Pesic es que disfrutaran del juego como él hace desde la banda. Una relajación que les permite jugar con fluidez, sin estar consantemente pendientes de lo que sucede en la banda. “Todos los jugadores tienen que ser felices para jugar bien y este entrenador nos da felicidad”, dijo el base francés, en boca de todos sus compañeros. Y es que el técnico quiere ante todo que disfruten con su trabajo y eso solo puede llegar al éxito ya que cree en su calidad. Una relación que no exime al técnico de exigencia cuando lo requiere, aunque no habla de ‘broncas’ sino de conversaciones con sus jugadores.

3. Rebote y defensa, sus dos obsesiones

Y es que el librillo técnico de Svetislav Pesic contiene pocos conceptos, aunque muy claros, y son los que quiere inculcar en sus jugadores. Dos premisas son básicas para el éxito, como la defensa y el trabajo en el rebote, como se demostró en la final de Copa, donde los azulgranas dominaron a los blancos. Sus consignas tácticas a los jugadores son detalles constantes, y muy efectivos, que los jugadores captan con facilidad.  

4. Cuenta con todos, pero con algunos más...

Como buen entrenador a la vieja usanza pero que siempre le ha dado réditos, tiene claro que una plantilla la componen, al menos, 12 jugadores, pero no duda en los que le deben lle-varle al triunfo. Y eso lo ha aplicado desde el primer día. Algunos los ha recuperado, como Sanders o Koponen, y otros han perdido influjo, como el base Pressey, el último en llegar, Jackson o Vezenkov, inéditos en la Copa del Rey. Otros han recuperado la confianza, como Tomic, Oriola o Hanga. Los que no juegan tendrán su oportunidad. 

5. Consciente de su misión

La decisión de contratar a Pesic fue un acierto total de los res-ponsables de la sección, aunque de las opciones que tenían sobre la mesa, todas apuntaban al veterano entrenador. Y el hecho de que solo llegaba para reactivar al equipo en cinco meses de competición, aún encajó más en la propuesta a Pesic. Conocedor de la casa después de sus éxitos en 2003, donde logró los tres títulos, le convirtieron en el recambio ideal para capear una situación difícil que nadie estaba dispuesto a asumir si no era con un año más de contrato. Pero para el serbio, el hecho de haberse acordado de él ya fue un motivo de orgullo, además de ser un ‘culé’ más, con residencia a temporadas en Barcelona, y siempre atento a la actualidad blaugrana. Volver a dirigir el equipo ha sido como un ‘revival’ de su anterior etapa y la está disfrutando al máximo. Imaginen si encima lo hace ganado títulos en apenas diez días de trabajo...

6. Trabajo a tope, pero siempre con criterio

Una de sus primeras promesas en su presentación como blaugrana es que no iba a regatear el trabajo y los entrenamientos para sacar lo mejor de la plantilla. Seguro que Juan Carlos Navarro aún recuerda su primera etapa en el club con sesiones interminables en el Palau de mañana y tarde. En su vuelta, volvió a hablar de que “no vamos a entrenar dos veces al día, sino todo el día”, apostando por una línea de trabajo que siempre le ha dado frutos. Aunque ha demostrado que no solo con trabajo se sale de una situación complicada. Tras la victoria ante el Bilbao Basket, Pesic decidió darles fiesta en la semana clave de la Copa. Entendió que los jugadores, si quería que rindieran al máximo en el torneo copero, necesitaban desconectar. Luego ya hemos visto el buen resultado que finalmente le dio.