Cuidado con los coches de más de 10 años

El año 2017 fue un gran ejercicio para el mercado de segunda mano. Como adelantó Motor Zeta, los concesionarios ya ganan más dinero vendiendo coches de ocasión que nuevos y, finalmente, se cerró el año con una cifra récord de ventas de usados que apenas se quedaba a 40.000 unidades de las 2.000.000 de ventas. Detrás de lo positivo de la noticia, hay datos que preocupan mucho a asociaciones como Anfac, la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones, o Faconauto, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción, pues la edad media del parque móvil español sigue envejeciendo.

El aumento de la edad media de los vehículos se produce sobre todo por el protagonismo de las transacciones entre particulares en el conjunto del mercado de segunda mano, pues más de la mitad de las ventas, 1.021.058, fueron entre particulares con coches, de media, de 12 años de antiguedad. "Nos seguirá preocupando que más del 60% de los coches usados comercializados tengan más de diez años, por lo que la edad media del parque, lejos de disminuir, aumentará", aseguraba Raúl Morales, director de Faconauto tras conocerse las cifras de 2017.

HAY QUE PREOCUPARSE

La preocupación por el envejecimiento del parque automovilístico no es baladí, pues, según datos de la Dirección General de Tráfico, la edad media de los vehículos en los que viajaban victimas mortales de accidentes durante el año pasado fue de 13,2 años. Por posibilidades, en un accidente con un turismo de 10 a 14 años el riesgo de fallecer es 1,6 veces más que con uno de hasta cuatro años. De la misma manera, en un coche de 15 a 19 años, el riesgo es 2,2 veces superior. Estas cifras indican que el riesgo es superior en el 60% de los vehículos del parque automovilístico español, alrededor de 15 millones, pues superan los 10 años de edad, convirtiendo a España en uno de los países europeos con el parque más anticuado.

Esto no quiere decir que no se pueda circular con un coche que ya haya llegado a la década, pero sí que se debe prestar especial atención en el mantenimiento del vehículo, especialmente en los neumáticos, las luces y las revisiones. Cada vez se hace más hincapié en la necesidad de que los neumáticos estén siempre en perfecto estado, pues es el componente del coche que está en permanente contacto con la carretera. Según estimaciones de Tráfico, más del 5% de los vehículos, alrededor de un millón, salen a la carretera cada día con algún tipo de defecto en las ruedas, tales como una profundidad del dibujo inferior al mínimo legal, de 1,6 milímetros, una alineación incorrecta o una presión más baja o más alta de lo adecuado para el modelo. Hay que tener en cuenta, además, que unos neumáticos en perfecto estado pueden reducir el consumo del vehículo y aumentar su eficiencia, además de prevenir multitud de accidentes por causas como la pérdida de agarre.

Por otro lado, es importante que el sistema de alumbrado del vehículo también esté en perfectas condiciones, pues permiten ver la carretera cuando es oscuro y señalizan maniobras y alertas. Es importante mirar si algún piloto está fundido y cambiarlo y cambiar las lámparas en su totalidad cada dos años o 40.000 kilómetros. Otros elementos a tener en cuenta son el estado del parabrisas, el correcto funcionamiento del airbag. Además, todas las revisiones y documentación deben estar al día y la ITV pasada. El 19% de los coches no superan la ITV a la primera, lo que quiere decir que el coche no circula en condiciones. Además, no llevar la inspección técnica pasada es una infracción sancionable con 200 euros de multa.

FALTA DE TECNOLOGÍA

Desde Anfac recuerdan otro de los grandes problemas de los coches viejos es la falta de tecnología. Los coches nuevos montan un sinfín de sistemas de seguridad activa, como el ABS, el ESP y el aviso de presión en los neumáticos. Muchos de los vehículos más viejos no montan estas funciones, por no hablar ya de sistemas más modernos como, por ejemplo, el cambio involuntario de carril, las luces diurnas o el control de crucero adaptativo.

Por otro lado, cuanto más viejo es un coche, más emisiones expulsa por e sistema de escape, pues su tecnología se encuentra a años luz de la actual en términos de eficiencia y sostenibilidad. Es por eso, también, que quedan excluidos en muchas ciudades los días con exceso de contaminación y no tienen acceso a etiqueta ambiental. "La renovación del parque debe ser entendida como una herramienta fundamental de la gestión inteligente de la movilidad sostenbile, eficiente y segura", afirma Mario Armero, vicepresidente ejecutivo de Anfac.

Así, un parque automovilístico más viejo es un parque mucho más inseguro y contaminante, por lo que los conductores deberían preocuparse e intenter, en la medida de lo posible, acceder a coches más nuevos. Sin embargo, ante la imposibilidad de comprarse un coche nuevo, un mantenimiento adecuado es clave para mantenerse seguro al volante.