Los escándalos sexuales en el deporte se multiplican

Atletismo

Larissa Byce, una de las víctimas de Larry Nassar / AFP

Carlos R. Galindo

Carlos R. Galindo

Los escándalos sexuales se multiplican… o eso parece al menos. Seguro que siempre han existido pero ahora se le dan mayor difusión y su eco mediático es ensordecedor. Algo ha cambiado. El ‘No es No’ que proclama cualquier persona de bien no siempre es atendido entre los jóvenes deportistas, personas que se entregan en cuerpo y alma a su pasión, fácilmente manipulables por gente perversa de su entorno, cuyo mundo se reduce única y exclusivamente al entrenamiento y a la competición. Ser atleta de elite es una elección. Muchos son los llamados y muy pocos los elegidos. Y no todos están capacitados para comprender que, en ocasiones, una mano en el hombro o en la pierna o un palmeo en el culo tiene otras connotaciones.

Destapó la caja de los truenos el antiguo médico del equipo de gimnastas olímpicas de Estados Unidos, Lawrence "Larry" Nassar, que este pasado miércoles se declaró culpable de haber abusado de atletas –muchas de ellas, casi niñas de apenas 13 años- durante cerca de tres décadas. Nassar reconoció ante el jurado tres cargos de agresión sexual de primer grado. Una semana antes admitió siete acusaciones idénticas en otro tribunal de Michigan aunque los cargos podrían alcanzar a las 150 deportistas, según fuentes del propio tribunal. Nassar, de 54 años, actuó bajo la coartada de tratamientos médicos. Los delitos que se le imputan acarrean condenas de entre 25 y 40 años de cárcel.

Ayer mismo se supo que una de las mejores atletas de Hong Kong acusó a su ex entrenador de agredirla sexualmente cuando apenas era una colegiala, lo que provocó que la máxima responsable  de la ciudad, Carrie Lam, pidiera a la policía que investigara el asunto.

Lui Lai-yiu es la más destacada atleta de elite en Hong Kong que se ha atrevido a hablar de abusos como parte del movimiento #MeToo que critica todas aquellas conductas sexuales que son inapropiadas. La campaña #MeToo se extendió rápidamente por todo el mundo después de las múltiples acusaciones vertidas contra el magnate de Hollywood, Harvey Weinstein. Desde  entonces, ha sacudido los círculos artísticos, mediáticos y políticos a nivel mundial.

En una carta abierta publicada en Facebook en su 23 cumpleaños, Lui no nombró al hombre que abusó de ella cuando era una adolescente. Lo calificó como "entrenador Y". Ella explicó que su entrenador le ofreció un masaje en su casa para desentumecer los músculos después de una sesión de trabajo y que ella jamás pudo imaginar lo que iba a ocurrir. Y lo que ocurrió es que el técnico se quitó la ropa estando de espaldas tumbada sobre una camilla y abusó sexualmente de ella. "Estaba segura de que era un hombre íntegro, un entrenador respetable y digno incapaz de hacer cosas despreciables”,  escribió Lui.

Otros casos

Hay muchos –muchísimos más-. El ex futbolista mexicano Jesús ‘Cabrito’ Arellano fue acusado de violar a su sobrina de apenas 16 años. En 2008, los futbolistas franceses Frank Ribery y Karim Benzema se vieron envueltos en un monumental  escándalo por contratar (supuestamente) los servicios de una prostituta menor de edad. Fueron absueltos en 2014 tras comprobar que los galos no pudieron comprobar en ningún momento la edad de la joven. La Universidad de Penn State vivió una verdadera convulsión en 2011 cuando se supo que el asistente del equipo de fútbol americano Jerry Sandusky tenía 40 cargos por agresiones sexuales a ocho menores. Fue sentenciado de 30 a 60 años de prisión.

Uno de los casos más sonados fue el de Kobe Bryant. El astro de la NBA se vio envuelto en una supuesta violación a una joven de 19 años. Los cargos, finalmente, fueron retirados (al parecer, el jugador se ‘rascó’ el bolsillo y pagó una buena cantidad de dinero). El Comité Olímpico Holandés realizó una investigación en 2016 y desveló que, solo en ese año, se habían producido, al menos, 215 casos de abusos sexuales a atletas.

El deporte español tampoco se ha librado de esa grave lacra social. Gloria Viseras, ex gimnasta olímpica, denunció a su entrenador por abusar de ella desde los 12 hasta los 15 años. "¿Que por qué no dije nada? Porque pasaba todo el día con él, para mí era un dios. Preparó el terreno perfectamente, aislándome, haciéndome sentir especial, única, y trabajándose una buena relación con mis padres”, recordó. El caso más famoso fue, sin duda, el de Antonio Peñalver, medallista de plata en decatlón en los Juegos Olímpicos de Barcelona’92. El hombre 10 del deporte español, el orgullo de todo un país, tuvo la inmensa valentía de admitir públicamente que fue agredido sexualmente por Miguel Angel Millán, que fuera su entrenador y ex seleccionador nacional de pruebas combinadas. Los hechos que relató Peñalver se habrían producido a comienzos de los años ochenta, aún en edad escolar del atleta y mientras Millán ejercía de profesor en el centro donde estudiaba el deportista. Según Peñalver, que años después ocupó el cargo de director de Deportes de la comunidad de Murcia, los supuestos abusos se prolongaron varios meses cuando él tenía 13 o 14 años.