Muniain acerca al Athletic a La Cartuja

Alba López

Puede ser ésta la Copa del Rey del Athletic, que lleva persiguiéndola sin éxito desde el año 84, en pleno apogeo del fútbol vasco. A veces, el destino nos deja señales, como las dos rondas superadas en esta edición por penaltis ante Elche y Tenerife o la victoria sobre la bocina ante el Barcelona. Hoy, en San Mamés, los 'leones' confirmaron su condición de serios candidatos al título con un triunfo por la mínima ante el Granada gracias a un solitario tanto de Munian, que por fin vuelve a sentirse futbolista tras su calvario con las lesiones. La última palabra, sin embargo, no está dicha. El Nuevo Los Cármenes dictará sentencia en tres semanas.

La Catedral se engalanó para recibir al Granada en la Copa de las sorpresas de Rubiales. No había espacio para un alfiler en las gradas. Al lleno hasta la bandera lo acompañó un recibimiento apoteósico de la afición al autobús de su equipo con bengalas incluidas. Bilbao, iluminada de rojo, volvía a ser la capital del mundo del fútbol.

Sobre el tapete, tanto Athletic como Granada pusieron todo lo que tenían. La cita, desde luego, lo merecía. Garitano pudo conformar su once de gala —el que obro el milagro en cuartos ante el Barcelona— con Yuri Raúl García recuperados de sus problemas musculares y Diego Martínez no renunció a su 4-4-2 clásico por el esquema con cinco defensas que se llegó a barajar en la previa que emplearía.

ACOSO Y DERRIBO

El centrocampista navarro del Athletic, desde la posición de falso 'nueve', fue un dolor de muelas en toda regla para la defensa del Granada en el arranque. Lo peinó absolutamente todo por arriba y generó espacios para sus compañeros. El primer aviso serio del partido, no obstante, corrió a cargo del Granada en un centro desde la derecha del incisivo Víctor Díaz que remató Soldado de primeras con un giro de tobillo precioso a la derecha de la portería de Unai Simón. Iba a ser, a la postre, todo el bagaje ofensivo de los nazaríes en la primera parte, porque a partir de ahí el duelo se convirtió en un taquigol rojiblanco. 

La réplica la dio Williams en una cabalgada marca de la casa por el lado derecho que terminó con un disparo cruzado que llevaba veneno pero tras rozar en Rui Silva se marchó a córner. Apretó el acelerador el Athletic, primero con un zambombazo desde su casa de Vesga que obligó a volar al meta portugués y después en otra incursión de Williams en el área que no acabó en gol de milagro tras un pase hacia atrás de la Pantera. Rugía La Cadetral como nunca. 

Era el precio a pagar por la valentía con la que el Granada había afrontado el encuentro. Afortunadamente para el equipo andaluz, la presión a la que se vio sometido por los 'leones' fue bajando conforme el choque se encaminó al descanso. Hasta que Williams ganó la espalda a la zaga del Granada por el costado izquierdo y destapó la caja de los truenos con un pase de la muerte para Muniain que llevó el éxtasis al graderío de San Mamés.

UN GUIÓN NUEVO

Con ventaja en el marcador, el Athletic cambió de plan tras el descanso. También Diego Martínez, que sustituyó a Vallejo por Puertas y recuperó la defensa de cinco que tan buen resultado le dio ante Valencia y Atlético en partidos previos. Pero se jugó a lo que quisieron los 'leones' y ya no hubo partido. Se pudo ir el equipo de Garitano para Los Cármenes con una renta mayor, incluso, si el colegiado no hubiera anulado tras consultar con el VAR un gol de Capa por el pequeño ademán de Williams de intervenir en la jugada cuando estaba en posición de fuera de juego. Sueñan en La Catedral con su Copa y a los pies de La Alhambra con una remontada histórica. La alegría va por barrios.   

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