¿Puede Nico González superar a su padre Fran?

El centrocampista coruñés ha derrumbado las puertas de La Masía para hacerse un hueco en el primer equipo del Barcelona. Nico sigue los pasos de su progenitor, estrella del Súper Depor y una de las mejores zurdas que ha dado el balompié español.

Nico sigue los pasos de su progenitor, estrella del Súper Depor y una de las mejores zurdas que ha dado el balompié español

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Levantó 1 Liga, 2 Copas del Rey y 3 Supercopas de España. Jugó unas semifinales de Champions y fue 17 veces internacional absoluto con la Selección Española. Sus récords, aunque buenos, no hacen justicia al talento de su fútbol. Su carácter introvertido y una sempiterna pubalgia no ayudaron; que no jugase ni en el Barcelona ni en el Real Madrid (aunque a punto estuvo), tampoco.

Quienes pasamos de los 30 y nos gusta el fútbol recordamos a un fino volante zurdo, propietario del 10 en la blanquiazul y apodado 'O Neno'. Francisco González Pérez 'Fran', capitán del mejor Deportivo de la Coruña de la historia, hizo las delicias de Riazor en las 17 temporadas que recorrió su banda.

Hoy Fran es Director de la Cantera del club coruñés. De jóvenes valores controla un rato, pues regresó a La Coruña tras aprender en la academia del Manchester City y ha sabido llevar a su hijo Nico a la élite del fútbol español. Fran siempre será Fran y no queremos que a Nico se le conozca como el hijo de Fran, pero, en los albores de su carrera, es imposible no caer en la tentación de comparar al 28 del Barcelona con el 10 del Súper Depor.

Nico (La Coruña, 2002) llegó a la ciudad condal hace nueve años procedente del Montañeros. Su calidad se le presumía, hijo de Fran y sobrino del también exjugador José Ramón. Ganó peso en cada una de las etapas que fue quemando y, quienes siguen de cerca las evoluciones del filial barcelonista, sabían que su momento en el equipo A llegaría.

El gallego hizo oídos sordos a las tentadoras ofertas de Real Madrid y Manchester City. Es culé. A sus 19 años ha dado el salto y tiene por delante una carrera que se presume brillante. Porque a su inteligencia táctica y notables cualidades técnicas, se les une el encomiable despliegue físico de un cuerpo que roza el 1,90 de estatura.

Fran era técnicamente un superdotado pero no aglutinaba las cualidades que hacen de su hijo un futbolista moderno. El siglo XXI es de Nico. Seguramente en títulos de equipo pulverizará los registros de su padre; está por ver si a nivel personal, también.