Suecia no tiene ningún tipo de presión. Italia y Bélgica son favoritas para pasar pero el hecho de que se clasifiquen los cuatro mejores terceros es una inyección de motivación a la hora de competir para selecciones de segunda fila, como lo es el combinado de Erik Hamrén. El seleccionador, al mando del equipo nacional desde 2009, dejará el cargo cuando finalice la Eurocopa, por lo que seguro que querrá despedirse con una buena actuación, y más teniendo en cuenta que Suecia no pasó de la fase de grupos en las dos últimas Eurocopas -ni ha jugado los últimos dos Mundiales-.

Antes de irse, Hamrén ha sentado las bases de la que debe ser la nueva Suecia, pues en la convocatoria figuran seis jugadores de la selección sub-21 que el pasado verano se proclamó campeona de Europa, entre ellos el jugador del Celta Guidetti y el central del Benfica Victor Nilsson Lindelöf. Ibrahimovic, que tiene muchos números para dejar la selección tras la Euro, volverá a asumir toda la responsabilidad ofensiva de un bloque capaz de competir pese a carecer de oficio y calidad individual. El juego aéreo y la magia de 'Ibracadabra' serán las mejores armas de una selección que llega a la cita sin presión y habiendo cumplido ya con el objetivo.