La bicicleta es uno de los grandes inventos de los últimos 200 años. Su creación y su popularización cambiaron la manera de desplazarse, acercaron personas y, años más tarde se creó incluso un deporte de competición.
Hasta ahora no os hemos contado nada nuevo, pero lo que quizá no sabías es que montar en bici puede mejorar la salud mental de quienes la usan. Así lo ha confirmado un estudio reciente realizado en Estados Unidos que demostró que ir en bicicleta en la escuela mejoraba la salud mental de los adolescentes.
Los investigadores encuentran que los programas de ciclismo en las escuelas se asocian con mejoras en el bienestar mental de los estudiantes y ofrecen un posible punto de partida para superar las barreras a los programas deportivos.
No solo ir en bicicleta es beneficioso para el cuerpo humano. Como ya se ha demostrado en otros estudios físicos, cualquier actividad física tiene efectos positivos en la salud mental. O como dirían los romanos, “Mens sana in corpore sano”. Y sin embargo las tasas de actividad entre los jóvenes cada vez es menor.
Problemas mentales en los jóvenes
De hecho, esta reducción de la actividad física es preocupante en países como Estados Unidos, donde además uno de cada seis escolares es diagnosticado con algún tipo de trastorno mental.
De ahí que esta investigación sea importante a nivel social. Enseñar a los niños a montar en bicicleta desde pequeños e incitarles a ir a la escuela en bicicleta durante la adolescencia puede fomentar no solo su mejora física, sino también evitar problemas mentales.
Según la doctora Esther Walker, codirectora de la investigación, ”La participación en un programa educativo de ciclismo escolar durante la pandemia de Covid-19 se asoció con un mejor bienestar psicosocial entre los estudiantes de secundaria en los EE. UU.”.
Además resulta que el uso de la bicicleta fue una manera mucho más efectiva de fomentar el deporte que por otras vías. Como apunta uno de los investigadores que participaron en el estudio, Fletcher Dementyev, ”fue realmente alentador ver una respuesta tan positiva de los estudiantes a un programa de educación física específico para el ciclismo”.
Detalles del estudio científico
En el estudio participaron más de 1.200 estudiantes de entre 11 y 14 años que rellenaron las encuestas psicológicas antes y después de andar en bicicleta. Estos completaron dos encuestas que incluían medidas del bienestar mental actual y el funcionamiento psicológico.
Además del bienestar general, los científicos examinaron los factores de riesgo social que influyeron en el bienestar antes y después de la participación en el programa. “Nos centramos en una serie de factores de riesgo clave que afectan la salud mental y el bienestar de los niños en edad de escuela secundaria en los EE. UU., incluido el nivel socioeconómico, el género y la raza“, explicó Wilson.
En cualquier caso, se trata de un estudio que debería llevar a realizar a analizar más indagaciones sobre los beneficios de la bici. Los científicos consideran este estudio como el comienzo de un análisis más exhaustivo relacionado con la educación ciclista y sus posibles retornos.
Del uso práctico al recreativo
Además, el uso de la bicicleta a nivel práctico, como puede ser su uso para ir a la escuela, termina fomentando su uso recreativo como práctica deportiva. Es decir, la mejora es doble: por un lado
En los más mayores, de la misma manera, el uso no recreativo de la bicicleta puede funcionar igualmente para fomentar su uso recreativo y la pérdida del miedo por parte de muchos usuarios.
Ir en bici al trabajo puede ser la mejor manera de hacer deporte diario y finalmente aficionarse a la bicicleta. Seguro que conoces a algún amigo al que le ha ocurrido, ¿verdad?
