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Niños y ciclismo: así puedes plantear su iniciación al deporte

¿Quién no recuerda su primera bicicleta? ¿Los paseos por el barrio o por el parque? ¿Las pequeñas excursiones a lugares inexplorados, casi vetados? El ciclismo en niños es divertido, pero hay mucho más: el fomento de un estilo de vida activo y el aprendizaje de valores como la perseverancia o la responsabilidad. Los beneficios merecen el intento de inculcarles la pasión por las dos ruedas, y, a continuación, te contamos cómo.

¿Cuándo aprende un niño a andar en bici? Aspectos clave

La mayoría de los niños aprenden a montar un triciclo alrededor de los tres años, según datos de la American Academy of Pediatrics (AAP). Entre los cuatro y los siete años, estarán preparados para montar una bici. Se considera una buena vía de introducción al deporte, siempre que se practique con seguridad.

A los dos o tres años, ya se puede iniciar una fase de aprendizaje con andadores o bicis de iniciación, cuyas ruedas no tienen más de 10 o 12 pulgadas de diámetro. A partir de los cuatro o cinco años, o los seis según el niño, tendrá sentido del equilibrio y fuerza suficiente como para accionar pedales.

El método es importante para que los incipientes niños ciclistas vayan cómodos y seguros, así que repasamos algunos puntos esenciales del proceso de aprendizaje:

  1. Conocimiento de la dinámica sin pedales. De inicio, conviene usa una push bike (bicicleta de empuje) o una bici con los pedales quitados. El niño debe poder apoyar por completo las plantas de los pies y, para deslizarse, tendrá que ir empujando estos contra el suelo. Es buen momento para explicarle para que sirven los frenos y cómo usarlos.
  2. Introducción al ejercicio de equilibrio. Completada la fase anterior, se le puede pedir que tome impulso y complete tramos despegando los dos pies del suelo. Debe ser sobre terrenos llanos y lisos, pero se puede ir complicando progresivamente e introducir obstáculos, pendientes ligeras…
  3. Pedaleo. Es momento de usar los pedales, previa explicación de cómo funcionan. Al principio, aunque estén, puede seguir impulsándole con los pies contra el suelo, como en la primera fase. Según se vaya sintiendo seguro, se pueden hacer ejercicios de uso progresivo de los pedales y los frenos.
  4. Maniobrabilidad. Controlados los pedales, irá adquiriendo confianza y seguridad poco a poco sobre la bici. Eso le permitirá irse haciendo con otros elementos, como la dirección. Es útil diseñar circuitos seguros con obstáculos para ir mejorándola.

Para la comodidad y seguridad, también hay que elegir el equipamiento adecuado: ropa acorde, casco y una bici de su talla, que depende de la altura. Las ruedas irán aumentando progresivamente el tamaño: de las 12” de un niño entre 50 y 85 cm de altura (entre dos y tres años, generalmente) a las 26” de un niño entre 140 y 170 cm (desde los 14 años en adelante).


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¿Cómo influye el ciclismo en niños?

Los beneficios del ciclismo infantil abarcan diferentes ámbitos:

  • Desarrollo del sistema motor, basado en tres habilidades: equilibrio, propulsión y conducción.
  • Fortalecimiento de los músculos, el sistema cardiovascular y la estructura ósea, y refuerzo del sistema inmunológico. Al mismo tiempo, las articulaciones están protegidas.
  • Desarrollo intelectual, como actividad cíclica y repetitiva en un entorno cambiante que requiere la adaptación de patrones motrices.
  • Adquisición de valores como el compañerismo o el espíritu de sacrificio.
  • Percepción de la bicicleta como medio de transporte por diferentes entornos: urbanos, interurbanos o en plena naturaleza.
  • Conocimiento del entorno, de la propia capacidad y de la responsabilidad.
  • Iniciación a las actividades de competición, donde se ponen en liza la voluntad, la capacidad de sacrificio, la cooperación, la aceptación de la realidad, la importancia de la participación y la tolerancia a la derrota de los niños ciclistas.
  • Aumento del autoestima y la confianza.
  • Adquisición de hábitos saludables que serán beneficiosos a lo largo de la vida.

Iniciación deportiva: ¿por qué el ciclismo y no otro deporte?

La posibilidad de tener una bicicleta propia y recibirla como regalo, o como premio al buen comportamiento, es un incentivo para los niños. Desarrollan pronto el sentido de la pertenencia y, si bien hay que vigilar actitudes como el egoísmo, con la bici se puede aprovechar: motivará el uso de un objeto que promueve los hábitos saludables, en detrimento de dispositivos electrónicos que fomentan el sedentarismo.

De todas formas, se puede procurar una rutina deportiva dinámica y divertida que combine disciplinas, como natación y ciclismo.

Entrenamiento de ciclismo para niños

Era de esperar que la primera clave del ciclismo para niños sea plantearlo como juego, y no como obligación. Si muestran entusiasmo y motivación, se les puede animar a que lleven a más su afición, a fin de interiorizar los valores propios de la competición. Pero sin forzar.

El docente de Educación Física Antonio Som recomienda algunos juegos de ciclismo para trabajar en el aula, pero que también se pueden llevar a las tardes en familia. Repasamos algunos de ellos:

  • La encerrona. Útil para trabajar el equilibrio. Consiste en ir acotando el espacio por el que puede circular en la bici (por ejemplo, dentro del parque), de forma que se irá haciendo difícil maniobrar y mantener el equilibrio. Deben evitar rozarse sobre la bici, y pierde quien antes necesite poner un pie en la tierra.
  • Ordena la casa. Ideal para mejorar la maniobrabilidad. Se trata de animarles a que recojan diferentes objetos yendo sobre la bici, sin detenerla. Cuanto más pequeño y pesado, más difícil será: bolos, botellines, cajas de cartón, pelotas de tenis…
  • Trazado con obstáculos. Se pueden usar aros, picas, conos, balones, cuerdas, piedras, etc., para trazar un recorrido que el niño deberá cruzar, superando todos los obstáculos.
  • El ciclecesto. Como en baloncesto, se trata de encestar una pelota, solo que yendo en bici y no trotando o corriendo. No es obligatorio botarla.
  • Caza de flora y fauna. Se puede plantear como una “gymkhana” en familia durante alguna jornada de excursión al campo. Consiste en identificar ejemplares de flora y fauna y tomarles una foto. Para hacerlo más interesante, puedes enseñarle fotos antes e indicarles qué tiene que encontrar para que busque. Útil para la educación ambiental.

Hay tantos juegos como alcance la imaginación, siempre velando por su seguridad. Los anteriores son útiles para adquirir e implementar hábitos, ya que el ciclismo se asociará a algo divertido y querrán mantenerlo.

Otra opción es inscribirlo a escuelas con enfoque lúdico y pedagógico de inicio, aunque también competitivo después. Son exponentes del deporte base, es decir, el escolar y formativo dirigido a niños y jóvenes. Proponen juegos como los ya vistos, con explicaciones, así como rutas cortas.

Con todo, la iniciación al ciclismo en niños no consiste solo en enseñarles la mecánica del pedaleo para evitar que mantengan el equilibrio. Se trata de inducirles a la práctica deportiva y la implementación de hábitos saludables de un modo divertido, y así prevenir comportamientos sedentarios y promover valores.

Fuentes:


-Aguilar, J. (2008). El ciclismo educativo. EF Deportes. En https://efdeportes.com/efd119/el-ciclismo-educativo-en-edad-infantil.htm

-American Academy of Pediatrics. Montar bicicleta. Healthy children. En https://www.healthychildren.org/Spanish/healthy-living/sports/Paginas/Biking.aspx?

-Som, A. (2009). La enseñanza del ciclismo de base mediante el juego. EF Deportes. En https://www.efdeportes.com/efd131/la-ensenanza-del-ciclismo-de-base-mediante-el-juego.htm


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